El president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, se gastó casi 800 euros en una noche de hotel en Londres en la que anunió el fin de la tasa turística. Una cuestuón que no ha pasado desapercibida en Les Corts, donde han denunciado el alto gasto por una pernoctación en la capital británica.

La portavoz de Transparencia del Grupo Socialista en Les Corts, Mercedes Caballero, ha señalado que es positivo que se siga promocionando el turismo en la región, pero ha censurado que se haga "a costa del bolsillo de los valencianos y valencianas”. “Nos recorta en servicios públicos y se gasta casi 800€ en una noche de hotel”, insiste en el gasto del viaje

Caballero enfatiza en que “la actitud de Mazón es un insulto a los valencianos y valencianas”. “Nos recorta en todo menos en bajar impuestos a los ricos y se va de viaje a todo trapo a nuestra costa”, subraya la socialista. En total, el coste de la noche de hotel en Londres tuvo un coste a las arcas públicas valencianas de 770 euros.

Fin a la tasa turística

Mazón eligió la mayor feria de turismo del mundo, la World Travel Market (WTM) de Londres, para enviar formalmente al Consell valenciano la propuesta de derogación de la ley de la tasa turística, un proceso que preveía que pudiera culminarse antes de que acabara el año.

Mazón y la consellera de Turismo, Nuria Montes, escenificaron la firma y el envío digitalmente de la propuesta del fin de la tasa en un acto en el recinto ferial de la feria londinense en presencia de la treintena de periodistas británicos especializados en turismo que asistieron a la presentación de la oferta vacacional de la Comunitat Valenciana, en el marco de la WTM.

De esta manera, el pleno del Consell del viernes siguiente trató esta propuesta para anular la tasa turística y aprobó por urgencia, vía decreto, su remisión a Les Corts Valencianes.

“Vermos qué votaran los demás”, apuntó Mazón en referencia implícita al PSPV-PSOE, ya que comentó que "otros partidos nunca hemos sabido muy bien si les gustaba o no” y “han dicho una cosa y han hecho la contraria”.

El presidente concluyó que este impuesto, que veía dentro de un discurso “cercano a la turismofobia”, “jamás debió nacer” porque se convirtió “en una amenaza” para el futuro turístico de la Comunitat, algo que comprendieron en otros territorios competidores, que la suprimieron un tiempo después de implantarla.

Esto es así, según el jefe del Consell, porque elevar el precio diario en 2 ó 3 euros empuja a muchos posibles clientes a buscar otros destinos, ya que hay una gran competencia en el sector del turismo donde los territorios “compiten por el céntimo”, de manera que “en la ‘foto finish’ está el posicionamiento de un destino, y cualquier elemento diferencial cuenta”.

Mazón, que presentó la oferta turística valenciana en inglés, quiso hacer desde Londres la firma de la derogación porque le parecía “no solo simbólico sino también muy efectivo y práctico para lanzar el mensaje aquí, ante la prensa británica”, de que la Comunitat estaba libre de impuestos: “tax free”.

“El turista de calidad no es el que más dinero se gasta sino el que repite”, recalcó el presidente, quien manifestó que para reforzar la difusión de esta medida se llegó a un acuerdo con la asociación de las agencias turísticas británicas para que se trasladara a sus asociados el mensaje de que en la Comunitat Valenciana “se ha dicho adiós a la tasa”.

Preguntado por el Bono Viatge, explicó que se estaba replanteando para reforzar las necesidades y llegar “a mucha más gente”. Añadió que habría complementos y productos complementarios a ese bono, en un intento por convertir este producto en más competitivo, por ejemplo, tratando de llegar a más personas con un formato de estancias de menos tiempo.

Por su parte, el presidente de los hoteles de Benidorm y su entorno (HOSBEC), Fede Fuster, se felicitó del nuevo paso para la derogación de la tasa turística al exclamar que confiaba en que fuera “el final de la pesadilla” para pasar a trasladar a los turistas que son bienvenidos a la Comunitat Valenciana.

Recordó que el 55 por ciento de los 2,2 millones de británicos que viajan cada año al territorio valenciano lo hacen a Benidorm y que los establecimientos hoteleros deben competir en “igualdad de condiciones” con respecto a otros destinos competidores.

Según Fuster, la implantación de la tasa turística en Cataluña disminuyó ligeramente la afluencia de turistas, mientras que, sin tasa, en el mismo periodo creció el 9 por ciento en Benidorm.