La vivienda alcanza el precio más alto de la historia, salvo en Chamberí: áticos a precio de ganga para defraudadores confesos

La vivienda ha marcado el precio más alto de su historia. La frontera marcada durante la burbuja inmobiliaria, concretamente durante el primer trimestre de 2008, se ha superado este año y el precio medio del metro cuadrado (m2) alcanza ya los 2.153,4 euros, según los datos del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana relativos al tercer trimestre de 2025. La situación alcanza su mayor gravedad en la Comunidad de Madrid, donde la media se ubica en los 3.732,5 euros/m2. Sin embargo, existe una pequeña Galia, ubicada en uno de los barrios más exclusivos de la capital, donde resiste parapetada una pareja de libertadores.

Una humilde presidenta autonómica y su pareja, entregada en cuerpo y alma a la intermediación de material sanitario, han encontrado un resquicio en el sistema. Ni las responsabilidades políticas, ni el discurso de canibalización neoliberal, ni la defensa a ultranza de un mercado inmobiliario desatado, en el caso de la primera; ni un dinero “ciertamente” adquirido ilícitamente, ni un empresario tan interesado como imputado. Detrás de esta historia tan solo están la amistad y la perseverancia empresarial de un hombre, Alberto González Amador, hecho a sí mismo, aunque a imagen y semejanza de otros tantos conocidos por la baronesa genovesa, Isabel Díaz Ayuso.

La lucha constante por agrandar el cuchitril de Chamberí (184 m2) en el que ambos viven no ha cesado hasta que han conseguido ascender, literalmente, hasta el piso de encima. No ha sido fácil, pero con la ayuda inestimable de Javier Gómez Fidalgo, héroe silencioso con cabeza de hierro, la pareja ha adquirido el soñado ático de apenas 158 m2 y ha conseguido hacerlo a mitad de precio. Una media de 8.447 euros cuesta el metro cuadrado en el barrio madrileño de Chamberí, según Idealista, pero la pareja lo ha sacado a precio Aluche (distrito Latina).

Si bien primero han tenido que atravesar la larga travesía por el desierto de disfrutar en modalidad de alquiler del inmueble, que funciona como piso de arriba del otro inmueble que tiene en propiedad el entrepreneur, retirando unas pocas monedas mensualmente (5.000 euros) para ir costeando una utópica opción de compra que finalmente se ha producido. Fidalgo puede volver a Babia Capital, sociedad que había adquirido el ático cuando González Amador no podía, después de una nueva exhibición de amistad valorada en 600.000 euros más lo recaudado durante una par años de alquiler del inmueble, Caja Rural de Zamora mediante.

En torno a 720.000 euros suman la hipoteca y el alquiler pagado estos años, aunque se desconoce cuánto dinero habrá podido abonar al contado el bueno de González Amador. El mal momento económico y empresarial que ha asegurado estar atravesando, tal y como el relató entre amenazas de fuga y suicidio, no hace esperar que haya sido mucho. 1.334.626 euros es el montante que, atendiendo al precio medio de la zona, costaría el ático, que ya fue comprado por mucho menos por Fidalgo, que abonó 950.0000 euros al contado y en una operación un tanto extraño por el valor por debajo de mercado.

Más de medio millón de euros por encima de lo que, tirando por lo alto, ha podido suponer la operación para el perseguido por Hacienda, que ha vuelto a demostrar su amplias capacidades. Aunque no es la primera vez que González Amador demuestra sus capacidades de jugón, afloradas desde que comparte vida con Díaz Ayuso. El indigno sexto piso que, hasta ahora, era el único en propiedad que la pareja disfrutaba en el mismo edificio de Chamberí también le salió mucho más barato.

Allá por 2022, después de unos ingresos “ciertamente” extraordinarios de 2020 y 2021, el novio de Madrid consiguió reunir 350.000 euros y solicitó medio millón de euros de hipoteca para adquirir los 184m2 con cinco dormitorios y tres cuartos de baño que, por aquel entonces, estaban valorados entre 1.110.000 y 1.300.000 euros. 400.000 euros menos pagó González Amador, como reveló en exclusiva ElPlural.com, que sumado al nuevo ahorro estimado podría suponer un montante total de en torno a un millón de euros.