Con el riesgo de incendios al máximo nivel en toda la Comunidad de Madrid, así como en el resto de la península -donde hay decenas de fuegos activos a lo largo y ancho de nuestro país-, las medidas de prevención y de limpieza de bosques y zonas fácilmente inflamables es fundamental. Eso es precisamente lo que exigen los vecinos de la Urbanización Jarabeltrán de Valdemorillo, quienes aseguran sentirse abandonados y denuncian la "dejadez" de su Ayuntamiento y de la Comunidad de Madrid.
Y es que el peligro de sufrir los efectos de las llamas acecha a esta localidad de la Sierra de Guadarrama debido a la falta de limpieza de los accesos de las edificaciones, donde se acumulan decenas de ramas y árboles caídos tanto en la entrada, en la zona alrededor del complejo, como en el propio terreno de los habitantes. "Es una ratonera", afirma con hastío José María Benjumea, presidente de la urbanización, en declaraciones a ElPlural.com.
Nos tienen cogidos de pies y manos
"Desde Filomena hemos presentado varios escritos al Ayuntamiento de Valdemorillo, también a la Comunidad de Madrid (ambos del Partido Popular). El último hace 15 días como Junta pero también más hemos puesto más registros de forma individual por parte de los vecinos para que se acometa una limpieza urgente", afirma el vocal del complejo de viviendas, que insiste en que los responsables municipales "conocen la situación".
Tal y como explica, algunos informes de seguridad retratan esta localidad, y en concreto el área de edificios, como la "más peligrosa de Madrid" en cuanto a la posibilidad de sufrir un incendio debido al mal estado de los accesos y la situación en la que se encuentra. Por eso, piden ayuda a la Administración, que lejos de atender su llamada -dice- echan balones fuera.
"Nos obligan a tener nuestra parcela limpia pero ellos dicen que no tienen presupuesto para ello, nos dan largas y nos prometen que lo van a estudiar", asegura Benjumea, quien manifiesta además que desde el Consistorio no les permiten acometer esta tarea a la propia comunidad. "No nos dejan hacerlo a nosotros y nos dicen que si hay un incendio es nuestra responsabilidad. Ni hacen ni dejan hacer. Habría que hacer un cortafuegos a unos 20 metros para evitar accidentes pero es inviable sin el apoyo de las Administraciones", insiste.
Son años de dejadez, sin limpieza, sin control
Explica que hace unas semanas han sufrido un incendio en la zona que "se pudo solucionar", pero reitera en señalar que "hay una sobrepoblación de pinos y muy poca limpieza, lo que provoca una situación de riesgo muy alto de tener un accidente". "Nos obligan a limpiar nuestras zonas verdes, pero si lo hacemos nosotros y pasa algo… Como presidente de la comunidad, sería la cabeza, nos tienen cogidos de pies y manos", ha dicho.
Medidas adoptadas por los vecinos
Entre las medidas desesperadas que se lanzan a hacer los propios vecinos para evitar los incidentes se encuentra el paralizar obras cercanas en las que detecten que se utilizan materiales peligrosos o, en la medida de lo que pueden, la recogida de árboles caídos a la entrada de la urbanización, que incluso se meten en las casas de algunos de los vecinos. "No tenemos el material adecuado para poder hacerlo solo", dice.
La maleza se acumula a las puertas de la Urbanización Jarabeltrán
Por eso, declara que "hay que sanear y hacer medidas cortafuegos" en los cerca de los 10 kilómetros cuadrados que ocupa este bosque de la Sierra de Guadarrama. "Si hay un incendio se quemaría media urbanización", dice con urgencia. Aunque esta sitaución se ha complicado a raíz del temporal Filomena, "son años de dejadez, sin limpieza, sin control… árboles sobre parcelas, sobre tendidos eléctricos… puede provocar un accidente", reitera para manifestar que se sienten completamente abandonados.
"Si corto un pino y saltan chispas podemos tener un problema. Necesitamos apoyo, no nos podemos lanzar como Pancho Villa, no somos profesionales", asegura. Ante esto, ni la Comunidad dirigida por Isabel Díaz Ayuso ni el alcalde popular han puesto manos sobre el asunto ni han respondido a las peticiones de los vecinos, que esperan una contestación a los más de cinco registros presentados para limpiar el entorno de la urbanización así como los cauces de los arroyos contiguos.
