El área de Cultura del Ayuntamiento de Madrid ha realizado en los últimos tiempos una serie de nombramientos que han levantado ampollas en la oposición. Y es que el área dirigida por la popular Marta Rivera de la Cruz ya solo le queda una pieza para completar su entramado de direcciones artísticas, y todos estos nombramientos han sido a dedo, negociados sin publicidad a través de la empresa pública Madrid Destino.

Los nombramientos negociados sin publicidad han sido la estrategia que ha utilizado Rivera de la Cruz para nombrar a los nuevos directores de los teatros y centros culturales municipales de Madrid, haciendo caso omiso a la petición de la izquierda de que estos nombramientos se realicen mediante un sistema de concursos públicos.

O lo que es lo mismo, el Gobierno de José Luis Martínez-Almeida ha decidido poner a dedo a todas las personas que van a dirigir los grandes centros culturales que dependen del propio consistorio, entre los que destacan Matadero, Naves del Español, Conde Duque, Fernán Gómez, Teatro Español o Circo Price. Con ello, la persona nombrada rendirá cuentas a quien le contrató, en este caso Marta Rivera, y con quien deberá tener una relación de cordialidad, por lo que sería poco creíble pensar que esta persona programe propuestas culturales contrarias a la ideología del partido en cuestión, el Partido Popular. Con esto, se fomenta la censura, que campa a sus anchas últimamente a lo largo y ancho de toda España en los gobiernos de derecha y ultraderecha.

Este es el aspecto que ha criticado la oposición ante estos recientes nombramientos. Desde Más Madrid consideran que cuando las direcciones artísticas se deben a un político, tienen un campo de acción condicionado y los artistas, por tanto, tenderán a autocensurarse para acomodar sus propuestas a la posibilidad de ser contratados.

“La censura es el extremo máximo de la injerencia política sobre la cultura. Es un abuso de poder directo sobre la libertad de expresión. Y en el Ayuntamiento de Madrid constatamos a diario que el Gobierno de Almeida se ha sumado a la oleada de censura por parte de gobiernos municipales de la derecha y de la ultraderecha en toda España”, señala Edu Rubiño, concejal y portavoz adjunto de Más Madrid en el Ayuntamiento de Madrid, en declaraciones a ElPlural.com.

Además, Rubiño añade que “la injerencia política tiene muchas otras caras, como la contratación a dedo de quienes deciden sobre las programaciones”: “En Cibeles, la responsable de Cultura se jacta permanentemente de practicar dicha injerencia nombrando cargos a dedo a diestro y siniestro”. “No solo eso, que ya es grave, sino que Rivera de la Cruz se niega a dar explicaciones a la oposición”, denuncia.

Y es que el nombramiento de estos cargos a dedo no solo favorece esa injerencia política, sino que también impide fórmulas democráticas como son la igualdad de oportunidades para optar a un trabajo público, la transparencia en los procedimientos de contratación pública y la concurrencia competitiva.

Es por ello que el concejal de Más Madrid resalta que “los concursos públicos son fundamentales” en este sentido, y son algo que el sector de la cultura los demanda históricamente, ya que “saben que una dirección que ha pasado por un concurso independiente debe rendir cuentas al proyecto presentado y no al político que dirija el área de Cultura.

Los nombramientos a dedo de Rivera de la Cruz

El área de Cultura, Turismo y Deportes del Ayuntamiento de Madrid, que dirige la popular Marta Rivera de la Cruz, ha ido comunicando en los últimos días los nombramientos de los nuevos directores de varios teatros municipales. A los nombramientos ya conocidos anteriormente de Eduardo Vasco para el Teatro Español, y de Luis Luque para la Nave 10 de Matadero, se suman los últimos: Juan Carlos Pérez de la Fuente asumirá la dirección del teatro Fernán Gómez, María Pagés será la directora de la Nave 11 de Matadero y Aránzazu Riosalido dirigirá el Circo Price. A ellos hay que sumar los de Natalia Álvarez Simó, al frente de Conde Duque, y de José Luis Ramos Romo, en Matadero.

Todos estos nombramientos han sido negociados sin publicidad a través de la empresa pública Madrid Destino, pese a que desde los grupos de la izquierda madrileña han exigido a la delegada de Cultura que recupere el sistema de concursos para estos cargos.

No obstante, Rivera de la Cruz ya había advertido al comienzo de su mandato que nombraría cargos de confianza para teatros y museos y no lo haría por concurso público. Será la propia concejalía quien elija a los profesionales más adecuados y siempre desde el criterio de la búsqueda de la excelencia, aseguró, remarcando que no es obligatorio recurrir a los concursos de selección para las direcciones artísticas.