La Formación Profesional (FP) vuelve a ser un problema en la Comunidad de Madrid, y no porque el estudiantado se niegue a cursarla en favor de la universitaria, aunque ésta segunda siga siendo la opción preferida entre los jóvenes, sino porque la gestión de la región dirigida por Isabel Díaz Ayuso continúa siendo deficiente, lo que en la práctica ha dejado este año a 60.000 personas sin plaza.

Así queda recogido en un informe al que han tenido acceso varios medios de comunicación, entre ellos ElPlural.com, y que Comisiones Obreras (CCOO) lleva cinco años redactando. Durante el último lustro los números recogidos por el sindicato dejaban en mal lugar a la Autonomía, y en esta ocasión no solo iba a repetirse el patrón, sino que los datos empeoran.

Atendiendo a las cifras que da el agente social, un total de 62.191 estudiantes no pudieron conseguir plaza, lo que marca un récord -siempre según datos de CCOO- que es precisamente para sentirse orgulloso: en porcentaje, de 2023 a 2024 un 20% del alumnado se quedó fuera, y esta vez han sido el 29% aproximadamente los damnificados.

El Ejecutivo madrileño responde al informe y defiende que este curso quedaron vacantes más de 5.000 plazas sumando todos los grados, incluso después del período extraordinario de inscripciones que se abrieron durante el mes de octubre.

Según los datos oficiales de la región, este año la FP dispone de más de 188.500 alumnos, es decir 10.000 más que el año anterior, un dato que comprende los matriculados de la pública y de la privada. A pesar de que la universidad sigue siendo la opción que más escogen los jóvenes, la FP continúa a la alza debido al nivel de empleabilidad que tiene quienes terminan esta formación.

División por estudios

Las versiones entre las partes son totalmente dispares. Por un lado, CCOO apunta con especial fuerza a la situación de Grado Medio, donde se rechaza al 70% de los estudiantes; es decir más de 26.000, siendo los especialistas con mayor número de solicitudes denegadas los guías en el medio natural y de tiempo libre (89%), Redes y estaciones de tratamiento de aguas (90%), Vídeo disc-jockey y sonido (86%), Emergencias sanitarias (82%) y Montaje de estructuras e instalaciones de sistemas aeronáuticos (94%).

El siguiente nivel que peor está, reza el sindicato, es el de Grado Superior, con un 69% de jóvenes quedan fuera. Los que quedan en peor situación en este caso son quienes quieren hacer Diagnóstico y Medicina Nuclear, donde un 94% quedan inadmitidos, seguidos de los de Educación Infantil (78%) y Animaciones 3D, Juegos y Entornos Interactivos, en el que se quedan fuera el 77%. En su mayoría los porcentajes superan los del año pasado.

En última instancia, 1.685 jóvenes que intentan acceder a una plaza pública en FP Básica tampoco acaban lográndolo. Aquí, los peor parados son los que quieren cursar Acceso y conservación en instalaciones deportivas (38%), Servicios comerciales (34%) o Electricidad y electrónica (35%).

Frente a estos datos, el Gobierno de la Comunidad de Madrid mantiene que las 5.000 plazas que han quedado sin cubrir incluyen ciclos que están muy demandados y suponen una empleabilidad muy elevada. “Seguimos trabajando para ajustar la oferta formativa de estos estudios, tanto a los perfiles más demandados en el mercado laboral como a las distintas zonas de la región, con el objetivo de que los alumnos puedan estudiar el ciclo que deseen sin tener que hacer grandes desplazamientos”, señalan desde la Consejería de Educación.

Se cierran grupos y se deriva a la privada

Con todo, el problema se repite año tras año, y no es solo que haya grados que inadmiten a alumnos, sino que algunos grupos se están cerrando. Los datos que maneja el sindicato cifran en un 3,5% la reducción mientras el crecimiento de estudiantes que demandan un hueco se encuentra subiendo o, en el mejor de los casos, estable.

Como sucede con la universidad, que irá a la huelga los próximos 26 y 27 de este mes contra la administración de la Puerta del Sol, las ofertas de FP se están concentrando en el ámbito privado. Tanto es así que casi la mitad de los alumnos matriculados en grados, según datos del mismo sindicato del pasado verano, se concentraban en la educación privada.

De nuevo, la clase y el nivel económico marcando el ritmo de la Comunidad: quienes se lo pueden permitir, acuden a la privada; quienes tienen la fortuna de que las plazas de su modalidad está en consonancia con la demanda, la cursan; y quienes no, abandonan sus estudios.

Síguenos en Google Discover y no te pierdas las noticias, vídeos y artículos más interesantes

Síguenos en Google Discover