Los médicos y pediatras de Atención Primaria de Madrid no se rinden. Llevan desde noviembre en huelga y las posiciones entre ellos y la Comunidad siguen bastante distanciadas.

Esta semana ambas partes han intentado acercar posturas después de una reunión a la que nuevamente no acudió el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, y que se saldó con un “nulo” avance para desconvocar un parón que se mantiene indefinido.

Proyecto piloto fallido

Este último intento sin éxito llegaba después de que el equipo de la presidenta de la región, Isabel Díaz Ayuso, pusiera sobre la mesa un proyecto piloto para limitar el número de pacientes -34 para médicos de familia y 24 para pediatras- tal y como piden los trabajadores de la Salud. Sin embargo, la medida no ha resultado fructífera, pues todavía no se ha cumplido, según han lamentado los profesionales.

Con un escenario lejos de ser el deseado por las batas blancas, éstas han decidido dar un nuevo paso más allá. Este viernes han explicado a los medios de comunicación que van a extender a otros puntos el encierro que desde hace más de quince días llevan a cabo en el centro de la Asociación de Vecinos de Manoteras a la vez que han lanzado un pequeño dardo a Ayuso, refiriéndose, precisamente, al proyecto piloto de la baronesa popular.

Los sanitarios han explicado el proyecto de Servicios de Urgencia de Médicos Encerrados (SUME) como una medida que busca “extender la experiencia a otros centros”. “Vamos a colaborar con otras asociaciones de vecinos porque aquí lo importante es la unión entre médicos y pacientes por la Atención Primaria y estamos listos para desplegar acciones por otros centros”, ha expuesto Ana María Sempere, médico de familia.

“Comienza a partir de la semana que viene, cumpliendo con los plazos. Nosotros cuando hacemos un proyecto piloto lo implantamos en el tiempo preciso”, ha añadido subrayando que la actividad se ampliará por zonas como Carabanchel, San Fernando de Henares, Hortaleza, La latina o Vallecas.

Cruce de reproches

El fuego cruzado por las partes continúa. Después de la última reunión y con una sanidad pública que sigue colapsada en la CAM, el sindicato AMYTS, cara más visible de la huelga de Atención Primaria, lamenta que los sanitarios “no se sientes escuchados”.

"Se han presentado los mismos interlocutores, no entendemos por qué (...) Nos han intentado explicar el plan piloto sin resolvernos las dudas. La sobrecarga es tan importante en estos centros como en el resto. Les hemos preguntado por ello, pero sin respuesta ”, exponía el pasado miércoles la secretaria general de la organización, Ángela Hernández, a la salida de la consejería de Sanidad. "Tampoco ha habido nuevo acercamiento sobre presupuestos", apostillaba.

Por su parte, el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, sigue señalando que las razones que están detrás de la huelga son políticas. En la línea de lo que había pronunciado antes la presidenta regional en la Asamblea de Madrid, el responsable de Sanidad en la región ha asumido este viernes que AMYTS quiere “extender el conflicto” a los hospitales, lo que se traduce, dice, en una voluntad mínima de avanzar en las negociaciones. “Siempre hay una excusa para tratar de no llegar a acuerdos”, estima.

De igual manera, ha detallado que se planteará una nueva reunión con la intención de contestar a las preguntas que propuso la otra parte sobre el proyecto piloto en 22 centros de salud públicos.