El pasado día 3 de mayo, el medio de comunicación conservador La Razón cargaban contra la alcaldesa independiente del municipio madrileño de Chapinería, Lucía Moya, acusándola de "regalar entradas" para ver un musical en plena precampaña electoral.
La información pudo ser compartida, presuntamente, por parte del PP municipal con el objetivo de desprestigiar al partido contra el que competirá en los próximos comicios municipales: Independientes por Chapinería, liderado por la actual alcaldesa Lucía Moya.
Los populares estaban en desacuerdo con que se realizase este 4 de mayo una actividad gratuita organizada desde hacía meses por el Ayuntamiento que consistía en acudir al musical Mamma Mía! que se representa en el Teatro Rialto de Gran Vía. La propuesta incluía también el transporte para los vecinos, ya que Chapinería se encuentra a 50 kilómetros de la capital.
Fue tal la disconformidad del Partido Popular con esta actividad que presentaron una denuncia ante la Junta Electoral de zona de Navalcarnero con el propósito de que fuera cancelada de inmediato, alegando que las plazas fueron "ocupadas por vecinos simpatizantes de la actual Corporación municipal".
El candidato a alcalde del PP, José Luis Martín, argumentó al presentar la denuncia que "durante estos cuatro años nunca se han ofrecido al municipio este tipo de actividades pagadas con fondos públicos del Ayuntamiento y ahora en momento de elecciones sí se ha hecho".
Unas acusaciones que son falsas y que puede desmentir cualquiera de los habitantes de la localidad, puesto que, a pesar de ser un municipio muy pequeño que apenas alcanza los 3.000 censados, disfruta de multitud de actividades de ocio y culturales gratuitas durante todo el año (se pueden encontrar pruebas en las redes sociales del Ayuntamiento).
La denuncia se formalizó el 12 de abril
Tras la presentación por parte del PP municipal de la denuncia, la Junta Electoral de zona de Navalcarnero decidió formalizarla el pasado 12 de abril argumentando que el hecho de asumir los costes del espectáculo por parte del Ayuntamiento "podría utilizarse como alusivo a los logros obtenido por el Gobierno local en un periodo no permitido".
En este contexto, la Junta Electoral de zona de Navalcarnero pidió al Ayuntamiento de la localidad madrileña que retirase todas las publicaciones de la actividad de los perfiles oficiales en las que se promocionaba.
Así como que fuera suspendida de inmediato, ya que, en su opinión, iba "en contra de la neutralidad que debe regir en la actuación de las instituciones públicas desde la convocatoria de elecciones hasta la celebración de las mismas". Amenazando, además, con sancionar al Consistorio de Chapinería si no retiraban el anuncio en un plazo de 24 horas.
El 1 de mayo se revocaba el acuerdo
Ante esta situación, el Ayuntamiento optó por presentar un recurso ante la Junta Electoral Provincial de Madrid para revocar el acuerdo adoptado por la Junta Electoral de zona de Navalcarnero alegando que la actividad se había financiado con fondos del Pacto de Estado y que no tenía "ningún tipo de carácter electoral".
Unos argumentos que respaldó la presidenta de la Junta Electoral Provincial de Madrid, que estimó "que la publicidad y financiación de dicha actividad a cargo de fondos públicos no constituye un acto prohibido" puesto que "no se trata de un acto que contenga alusiones a las realizaciones o a los logros obtenidos, o que utilice imágenes o expresiones coincidentes o similares a las utilizadas en sus propias campañas por alguna de las entidades políticas concurrentes a las elecciones".
Exponiendo finalmente que se trataba de "una actividad cultural, programada con antelación y financiada por el Ayuntamiento de Chapinería sin ningún tipo de connotación electoral".
Los medios se hacen eco el día 3 de mayo
Apenas un día antes de llevar a cabo la actividad, La Razón publicaba una noticia con el siguiente titular: "Veto a la alcaldesa de Chapinería por invitar a los vecinos a ver gratis "¡Mamma Mía!"". Una historia que también fue publicada en otros medios de línea editorial similar.
Dos días después de haberse revocado el acuerdo que les prohibía realizar la actividad cultural, los medios se hacían eco de lo que había ocurrido en Chapinería, presentando a sus lectores unos textos un tanto alejados de la realidad.
Una desinformación que provocó, irremediablemente, una alarma generalizada entre los vecinos que iban a asistir al musical, así como cierto descontento entre los habitantes del pueblo que desaprobaban la acción de la alcaldesa al no conocer toda la información.
En definitiva, aunque al final la actividad se ha podido llevar a cabo con éxito, unas pocas semanas antes de las elecciones municipales Lucía Moya se ha visto envuelta en una polémica promovida por sus oponentes políticos y perpetuada por los medios de comunicación conservadores que parecen no ser -o no querer ser- conscientes del daño que puede hacer un titular en un pueblo pequeño.