El director de la Policía Municipal de Madrid, Pablo Enrique Rodríguez, se ha dado de baja médica después de ser protagonista junto a su chófer, un inspector del Cuerpo, del atropello de una niña de diez durante el apagón. El Ayuntamiento dirigido por José Luis Martínez-Almeida no ha contactado con la familia ni dado ninguna explicación que esclarezca una situación cada vez más turbia, pese a que todo apunta a que no se le realizó el control de alcoholemia obligatorio al conductor.
Los policías encargados de realizar el informe relativo al atropello, adelantado por El Mundo, no contentos con exculpar a sus compañeros funcionarios, han cargado contra la madre de la menor al indicar que fue culpa suya por tirar de su hija en los instantes que previos al arrollamiento. Fractura de tobillo y una rodilla dañada fue la valoración inicial que recibió Aitana cuando fue ingresada y que deberá ser certificada con un TAC, pero ha sido el director Rodríguez el que se ha dado de baja.
“No están siendo días fáciles para nadie y para él tampoco. Hay que respetar su situación personal”, ha excusado la vicealcaldesa, Inmaculada Sanz, en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno municipal. La concejala del Partido Popular (PP), superior directa del cargo policial implicado, ha decidido sustituirle por temporalmente por el coordinador de Seguridad y Emergencias, Javier Gil. “Quizás de cara al exterior a veces parece que los cargos políticos son superhéroes, pero son personas de carne y hueso”, ha justificado el paso al lado de Rodríguez.
El jefe de la Policía hace ahora un parón en su carrera después de ser nombrado por Almeida en 2019, nada más tomar el poder del Palacio de Cibeles, y lo hace pese a que el informe realizado por sus subordinados le quita toda la responsabilidad al conductor de su coche policial camuflado. En dicho papel, se defiende no haberle realizado la prueba de alcoholemia, aunque es siempre obligatorio en casos de atropello con heridos, y se recogen supuestos testimonios, sin identificar a las personas que los pronunciaron, que culpan a la madre.
El informe se torna aún más inusual atendiendo a lo explicado otras personas presentes en el atropello, que denunciaron que el conductor iba a una velocidad muy elevada e incluso llegaron a encararse con él para recriminarle el atropello. Las marcas de neumático que quedaron grabadas en la pierna de la niña tampoco dan mucha veracidad a los supuestos testigos de la versión policial. Un suceso cuanto menos polémico que, no obstante, no constaba como parte en el sistema de la Policía varios días después, según revelaba El País.
Desde el Ayuntamiento no titubean y la vicealcaldesa continúa defendiendo al director de baja. “Su trayectoria avala que era una persona y es una persona más que preparada para el cargo. Fue número uno de su promoción”, ha defendido la vicealcaldesa del PP al director de baja. “En estos seis años creo que se la ha dado la vuelta como un calcetín a un área absolutamente arrasada, sin inversiones, sin los materiales necesarios”, ha afirmado.