Una vez finalizadas las elecciones municipales y autonómicas, parece que la presidenta de la Comunidad de Madrid (CAM), Isabel Díaz Ayuso, no tiene entre sus prioridades seguir financiando los descuentos en el Abono Transporte de metro y autobuses que estableció el pasado 1 de febrero. Sin embargo, la barra libre de ayudas públicas para los ricos en la CAM parece no tener fin. 

En un primer momento llegaron las becas para ricos, que financian estudios en centros privados mientras miles de estudiantes se quedan sin plazas públicas de FP o de guardería. Acto seguido, aparecieron las hipotecas para adinerados, con la concesión de avales de hasta el 95% para viviendas de hasta 390.000 euros, con requisitos mucho más laxos que los exigidos para acceder a una vivienda social. Y el culmen ha sido, a modo de celebración por la reelección y la mayoría absoluta obtenida por Ayuso, los cheques para contratar empleadas del hogar.

Esta última medida fue aprobada en plena campaña electoral, pero no se comunicó hasta después de los comicios. Se trata de un programa de incentivos para la contratación de empleadas del hogar para el cuidado de menores de 12 años (menores de 18 si existe discapacidad) o de otros familiares con discapacidad o dependencia a cargo de la familia. La partida contempla desembolsos directos de 4.000 euros para sufragar los costes de la persona contratada.

Los sangrantes requisitos del 'cheque canguro'

Si entramos en detalle y revisamos los requisitos de acceso a la ayuda, encontramos que el umbral máximo de renta establecido es de 30.000 euros per cápita. Es este 'per cápita' el que marca la diferencia, ya que en un hogar formado por una pareja y su hijo el umbral asciende hasta los 90.000 euros (30.000 cada uno).

La progresión es aún más alarmante, pudiendo darse la situación de que una familia compuesta por dos adultos y tres menores podría pedir esta ayuda siempre y cuando no superen los 150.000 euros anuales. Ayuso justifica la decisión de otorgar estos cheques a familias adineradas como un guiño con "los que siempre pagan y nunca reciben nada".

Las ayudas se concederán "por orden de entrada de las solicitudes en el registro electrónico de la Comunidad de Madrid", según indica el dosier de la adjudicación. Es decir, una familia monoparental con un menor a cargo que sufra un 60% de discapacidad y unos ingresos anuales de 15.120 euros podría quedarse sin el cheque si tarda más en realizar la solicitud que una familia de dos adultos y dos menores con unos ingresos anuales de 110.000 euros. Ayuso aplica la filosofía de "Tonto -o pobre- el último" también en el reparto de las ayudas sociales.

El descuento del abono se termina y se triplicarán los precios

Por contra, la presidenta de la Comunidad de Madrid no tiene intención de asumir los descuentos del Abono Transporte que finalizan el próximo 30 de junio. Esta rebaja de los precios está sustentada en el Real Decreto-ley 11/2022 de 25 de junio que establece medidas extraordinarias para paliar las consecuencias de la guerra de Ucrania, lo que supone que si no se prorroga esta medida desde el Gobierno central o el Ejecutivo de la Comunidad de Madrid decide no asumir el descuento o proponer otro, los precios volverán a sus referencias originales. 

Tal y como indica la web del Consorcio de Transportes de Madrid, los descuentos en el Abonos Transporte del 60% y en los billetes de 10 viajes del 50%  finalizarán el próximo viernes 30 de junio de 2023, por lo que queda menos de un mes para que el precio casi se triplique. Esto lo sufrirán, sobre todo, aquellos madrileños que viven a la afueras de la gran ciudad, siempre olvidados por el Gobierno regional.

Unos precios originales inasumibles por el madrileño de a pie

Los precios originales establecidos hace años por el Consorcio de Transportes de Madrid y el Ejecutivo popular son completamente inasumibles por un madrileño cada vez más precarizado.

El abono de la zona A que ahora cuesta 21,80 euros pasará a costar 54,60 euros, el de la zona B1 tiene un precio actual de 25,40 euros y costará 63,70 euros a partir del 30 de junio, la zona B2 ha estado a 28,80 euros desde el pasado febrero y volverá al precio de 72 euros.

Si nos alejamos a la periferia de la comunidad, encontramos el abono de las zonas B3, C1 y C2 que pasará de los 32,80 euros a los 82 euros en apenas veinte días. Más a las afueras, la zona E1, que tiene un precio actual de 44,20 euros, volverá a costar 110,60 euros, y la zona E2, la más cara de todas, que cuesta a día de hoy 52,70 euros, alcanzará los 131,80 euros en julio.

Una subida menos flagrante es la que ha sufrido el abono joven, que está a un precio de 8 euros y costará 20 euros al finalizar el mes. Se trata de una tarjeta de transporte tremendamente criticada, ya que es irrisorio que una persona de 26 años deje de considerarse joven en una sociedad en la que prácticamente se terminan los estudios superiores a esa edad, y los trabajos a los que se puede acceder tienen unas condiciones laborales y unos sueldos indecentes.

Por último, el abono de la tercera edad será gratuito por todas las zonas de la Comunidad de Madrid, así como la tarjeta infantil, que también mantendrá su gratuidad.