Aunque inicialmente el Gobierno explicó que la desescalada se realizaría quincenalmente, teniendo que esperar el respectivo plazo para avanzar en caso de que alguna de las solicitudes fuera denegada, finalmente, atendiendo a las demandas de las comunidades autónomas, se ha abierto a reducir el plazo y permitir que los Gobiernos autonómicos vuelvan a presentar el informe preceptivo para esperar únicamente una semana. Una solicitud que expiraba este miércoles a las 14 horas y que, de nuevo, como ya sucediera anteriormente, la Comunidad de Madrid ha sido incapaz de entregar dentro de plazo.

Fuentes del gobierno madrileño sostienen que se lo harán llegar al Ministerio de Sanidad a lo largo de la tarde. Sin embargo, resulta curiosa esta demora teniendo en cuenta que el pasado lunes adelantaron que ya tenían los deberes hechos y el informe a disposición del Gobierno: “Cuando Sanidad nos comunique el plazo de entrega del siguiente informe, lo haremos en tiempo y forma, para que Madrid pueda entrar el lunes 18 de mayo en fase 1. De hecho, nosotros ya teníamos la previsión de contratar a personal sanitario”, explicó el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, en una entrevista concedida a Telemadrid.

Finalmente, El Ejecutivo liderado por Isabel Díaz Ayuso volverá a demorarse. El pasado miércoles, cuando se entregaba la solicitud para avanzar a fase 1 el lunes 11 de mayo, la consejería madrileña tampoco envió el informe a tiempo, llegando incluso más tarde del plazo extra de 24 horas concedido por el Gobierno.

Pese a todos estos vaivenes procesales y la evidencia de que la solicitud no se envió atendiendo a criterios sanitarios y epidemiológicos, como demostró la negativa del consejero de Sanidad y la dimisión de Yolanda Fuentes, entonces Directora de Salud Pública de Madrid, el Gobierno regional no ha dudado en criticar en tromba a los expertos del ministerio de Sanidad por negar el pase a la fase 1 a la región. La propia presidenta alegó que este varapalo, de extenderse, podría suponer la crisis económica para la región.

De hecho, a fin de cumplir con los requisitos exigidos en las reuniones bilaterales entre administraciones, la Comunidad de Madrid ha confirmado a lo largo de la semana que ya han empezado a producirse contrataciones en Atención Primaria y en Salud Pública, dos de los puntos flojos observados por el Gobierno central. “Insistieron en mejorar la evolución del seguimiento de los casos y eso ya estaba dentro de nuestras prioridades, ya que Madrid permitía cumplir otros criterios como la flexibilidad en camas UCI y de hospitalización, en caso de que se produjese un nuevo repunte de la pandemia”, añadió el consejero.