El juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón ha cerrado la instrucción de una de las piezas de la trama Púnica. En concreto la número 7, la que investiga el pago de comisiones ilegales a cambio de contratos para fiestas municipales mediante la empresa Waiter Music. El proceso se ha saldado con la imputación de Francisco Granados, ex número tres de Esperanza Aguirre, y David Erguido, ex senador del PP y en la lista de futuribles para la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (EMVS) de Madrid.

Así, el juez García-Castellón ha procesado por delitos de tráfico de influencias y prevaricación a quince personas. Entre este ‘selecto’ grupo se encuentra el cerebro de la trama y el que fuera número tres de Esperanza Aguirre en Madrid, Francisco Granados. Además de al ex secretario general del PP en la región, también ha imputado al ex senador conservador David Erguido. En cambio, se archiva la investigación para más de treinta personas imputadas en el procedimiento.

La investigación se centraba en las adjudicaciones irregulares de los contratos públicos concedidos a la empresa Waiter Music y otras sociedades de José Luis Huerta para la organización de fiestas en diversos ayuntamientos de la Comunidad de Madrid (Valdemoro, Algete, Ciempozuelos, Moraleja de Enmedio y Móstoles).

En octubre de 2020, en un último avance de las pesquisas en torno a esta pieza, Erguido declaró ante el magistrado que en su etapa como concejal en Algete no se dedicó ni a la contratación ni a los pagos para los festejos municipales. Así, el ex senador se desquitó de la responsabilidad cargándola en los técnicos del consistorio porque él sólo se dedicaba a cuestiones meramente políticas.

Pero García-Castellón ya contaba con el testimonio del que fuera gerente de Waiter Music, ya fallecido. En 2018, admitió ante el magistrado que organizó actos electorales del Partido Popular en Madrid y que no los cobraba. Al mismo tiempo, Huerta fue adjudicatario de la planificación de numerosas fiestas populares en localidades madrileñas.

El empresario también apuntó que el partido conservador le telefoneaba para organizar este tipo de eventos porque le debían mucho dinero, además de considerar que desempañaba muy bien su trabajo. Cuando se producía un cambio de signo en el gobierno municipal y éste pasaba a manos del PP, aprovechaba la ocasión para visitar y conocer al nuevo equipo y poner sus servicios a disposición del consistorio.