A pesar de que la comisión de investigación para que Alfonso Rueda -parece evidente que Alberto Núñez Feijóo no va a acudir- vaya quedando en agua de borraja a efectos prácticos, está sirviendo para que la ciudadanía gallega tenga constancia de los negocios de la Xunta primero con el actual líder del PP a nivel nacional al frente y después con su sucesor.  Y en estas, uno de los puntos clave es el hospital Álvaro Cunqueiro, de Vigo. Pero, ¿por qué pesa la polémica sobre este centro?, ¿desde cuándo?

El edificio sanitario cuenta tras de sí con un serial de sobrecostes que ponen en entredicho la gestión del PP en una de sus comunidades bastión. Al respecto, el edificio localizado en una de las ciudades más importantes de Galicia se habría construido, y así lo defiende la oposición, con un sobrecoste de 470 millones de euros a pesar de disponer de 1.300 camas menos de las prometidas, una superficie menor a la anunciada en un principio y unas plazas de aparcamiento que también se sitúan lejos del compromiso que adquirió la dirección Feijóo.

"No son casos aislados, es un modus operandi"

En este sentido, José Ramón Gómez Besteiro, líder del PSdeG, ha aprovechado la comparecencia de Alfonso Rueda en la comisión de investigación sobre contratación pública para acusar al al PP de implementar un “modus operandi” en la gestión del hospital, señalando irregularidades en la licitación y sobrecostes de hasta 470 millones de euros respecto al modelo inicialmente proyectado por un gobierno socialista. Según Besteiro, la construcción del hospital se aprobó de forma exprés y favoreciendo a una UTE vinculada a antiguos altos cargos del PP, evidenciando prácticas que calificó como “un traje a medida”.

Besteiro también cuestionó el modelo de financiación adoptado por la Xunta, basado en una concesión privada con un interés del 8,7 %, muy superior a las tasas hipotecarias de la época. Además, señaló un conflicto de intereses al designar al exconselleiro Tomás Pérez Vidal, vinculado a la UTE adjudicataria, como miembro del Consello de Contas, encargado de fiscalizar el proyecto. Estas prácticas, afirmó, reflejan una gestión perjudicial para la ciudadanía y responden a intereses empresariales antes que al bienestar público, dejando al hospital con menos camas, espacio y servicios que los previstos.

“Señor Rueda, ¿por qué tanta obsesión por que saliera adelante un modelo que era a todas luces perjudicial? Ante todo, esto, usted, señor Rueda, renuncia a liderar un ejercicio de transparencia y actúa como escudo protector de su jefe. Vuelve a ser usted en esta cámara el vicepresidente de Feijóo”, ha sentenciado el líder de los socialistas gallegos.

Asimismo, el BNG -quien llevó el caso y que, al igual que el PSOE de Galicia (PSdeG) ha preguntado al equipo de Rueda y al mismo presidente por la cuestión- expresaba en el momento de saltar las informaciones que el centro “funciona perfectamente” más allá de sufrir los “problemas de otros hospitales de la Xunta como el colapso en las urgencias o la falta de personal”, pero que es obligatorio “investigar cómo, a pesar de ser un hospital más pequeño, ha costado 740 millones de euros más de los previstos”.

En 2011 la Xunta adjudicó a unión de empresas la redacción del proyecto de ejecución del hospital, su construcción y su financiación, además de la gestión de los servicios no clínicos durante 20 años a cambio de la devolución del dinero de la construcción y el pago de la gestión de los servicios. En 2023 fueron 83 millones de euros.

El Consello de Contas indica que la diferencia de costes entre dos opciones que había sobre la mesa es de 470 millones de euros, incluyendo el IVA, con el valor del dinero cuando se adjudicó el proyecto, o de 166 si considera la actualización del precio del dinero durante 20 años.

Nuevos datos

La exministra socialista y ahora diputada autonómica, Elena Espinosa, hizo en la comisión esta semana una contundente denuncia sobre el centro hospitalario vigués. La parlamentaria del PSdeG habló de "un caso flagrante de conflicto de intereses" que, a su juicio, pone de manifiesto el "modus operandi del Partido Popular en la gestión de recursos públicos".

En su explicación, Espinosa apuntó al papel llevado a cabo por un ex conselleiro del PP. Se trata de Tomás Pérez Vidal, ex titular de la cartera de Agricultura, Ganadería y Montes (1991-1997) sustituyendo, curiosamente, en el cargo a Romay Beccaría, mentor de Feijóo, y que además, ocupó la presidencia del Parlamento de Galicia. Con posterioridad fue designado consejero del Consello de Contas también por el PP, pero ocultando en su hoja de servicios colgada en la web de la institución un dato no menor y es que había sido consejero en Puentes y Calzadas, empresa integrante de la unión temporal de empresas que, precisamente, resultó adjudicataria del controvertido hospital.

Esto mismo lo confirmaba miércoles el consejero mayor del Consello de Contas, Juan Carlos Aladro. Ante él Espinosa subrayó que la vinculación de Pérez Vidal con la citada empresa "probada mediante documentos del Registro Mercantil, se mantuvo hasta 2020". Ese año cesó como consejero de la compañía y pasó a ser del Consello de Contas, para centrarse en "asuntos relacionados con el Servizo Galego de Saúde, Sergas".

Se da la circunstancia de que Pérez Vidal cuando el Consello aprobó el informe sobre el Hospital Álvaro Cunqueiro, decidió no participar en la reunión "reconociendo implícitamente su conflicto de intereses", lo que para la diputada socialista es una "ocultación deliberada" de la información en su currículum sobre su participación en la citada empresa.

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