La Guardia Civil de Segovia ha identificado a los presuntos responsables del lanzamiento de fuegos artificiales en la noche del 17 de julio en la localidad segoviana de Navafría, en mitad del gran incendio forestal que arrasó un millar de hectáreas.

Los individuos ahora identificados, gracias a la colaboración ciudadana y las investigaciones de la Benemérita, prendieron artefactos pirotécnicos durante un fuego por el que se declaró el nivel 2 de gravedad, iniciado en la mañana del día 15 de julio en el término municipal de Navafría y que precisó de la evacuación de los vecinos de Torre Val de San Pedro.

La Junta de Castilla y León incrementó las medidas de restricción de uso del fuego precisamente el día 15, hasta el 19 de julio, decretando la situación de alarma ante el incremento de incendios, prohibiendo cualquier actividad con fuego en espacios abiertos.

Se prohibió cosechar, se recomendó evitar el tránsito por los montes y se suspendieron los tratamientos selvícolas, destinando así todos los miembros del operativo a la extinción de los 11 incendios activos en la Comunidad Autónoma, según el parte de Medio Ambiente de aquella noche.

En esa semana, la del 11 al 19 de julio, se registraron en Castilla y León 175 incendios forestales, el más grave en Losacio, Zamora, que arrasó otras 30.000 hectáreas en una provincia fuertemente castigada, y fueron 7 los considerados GIF (Grandes Incendios Forestales, los que afectan a más de 500 hectáreas, entre ellos el de Navafría).

Sin embargo, en la noche del 16 al 17 de julio, a las 3,10 horas, según informa la Guardia Civil, las personas ahora identificadas hicieron caso omiso de las medidas restrictivas y decidieron que era un buen momento para lanzar fuegos artificiales.

Tras la inspección ocular en el lugar de los hechos y la realización de diversas gestiones, la Guardia Civil de Segovia ha puesto las identidades en conocimiento de las autoridades judiciales y administrativas.

Castilla y León, un verano en llamas

Castilla y León ha sido la Comunidad Autónoma más afectada por incendios forestales en lo transcurrido del verano. En el mes de junio ardieron casi 30.000 hectáreas en la Sierra de la Culebra, en Zamora, espacio de alto valor ecológico que fue castigado de nuevo en julio con un nuevo incendio que alcanzó la misma extensión en un perímetro anexo.

Durante la semana del 11 al 19 de julio, durante una nueva ola de calor, se registraron otros siete grandes incendios forestales en León, Zamora, Salamanca, Ávila y Segovia que calcinaron cerca de 40.000 hectáreas más.

Después fue la provincia de Burgos la que fue azotada por el fuego, durante el gran incendio de Quintanilla del Coco, que fue dado por controlado el 31 de julio después de quemar otras 2.500 hectáreas, y pocos días más tarde, el de Santa Cruz del Valle, en Ávila, también considerado gran incendio forestal, cuyos rescoldos siguen siendo vigilados por un operativo de incendios agotado.

Este mismo martes se ha declarado un nuevo Nivel 2 de gravedad en el incendio de Boca de Huérgano, en León, por posible peligro para las personas y los bienes de naturaleza no forestal, con riesgo por humo en la localidad de Espejos de la Reina, según ha informado este martes la Junta de Castilla y León.