El director general de Política Forestal de Castilla y León reconoce que en un operativo de 700 personas "con incendios de estas características, trabajando a 40 grados, igual hay una persona o una cuadrilla, pero no es cierto"

El consejero de Medio Ambiente de Castilla y León, Juan Carlos Suárez Quiñones, sigue sin comparecer ante los medios, a pesar del drama que se vive desde hace una semana en la comunidad autónoma, cuando la noche del lunes, 11 de julio, estallaron los dos primeros incendios de gravedad en el territorio, Monsagro y Candelario, en la provincia de Salamanca, que a día de hoy siguen activos y sin control, y a los que se han sumado otros 16.

El consejero ha enviado a lidiar con los medios, este martes de la "semana de fuego", después del fallecimiento de dos personas y otras muchas heridas en el incendio de Losacio, en Zamora, y convocatorias de protesta y silencio en memoria del brigadista muerto entre las llamas en aquel municipio zamorano, a su director general de Patrimonio Natural y Política Forestal.

José Ángel Arranz, que vuelve a dar la cara por el consejero Suárez Quiñones, como ya hizo tras el incendio de la Sierra de la Culebra, hizo balance de la situación en la comunidad, una de las más afectadas en España por la oleada de incendios en el país, con un total de 18 activos en niveles 1 y 2 y casi una veintena de municipios desalojados, especialmente en el entorno del incendio de Losacio, en Zamora, provincia que ya fue castigada el mes de junio con aquellas 30.000 hectáreas quemadas.

Arranz negó que haya problemas con el avituallamiento de los efectivos del operativo, que han inundado las redes sociales esta semana con quejas acerca del abastecimiento de agua y comida.

Ya la semana pasada surgieron varios movimientos solidarios entre colectivos de Salamanca, asociaciones de jóvenes, empresarios de alimentación y bebidas y vecinos del entorno de la Sierra de Francia y el Parque Natural de Las Batuecas para auxiliar a los efectivos de extinción que clamaban ayuda, algunos de los cuales sufrieron golpes de calor que los llevaron a urgencias.

Según afirmó Arranz, las afirmaciones de estos acerca de que la Junta de Castilla y León no cuenta con el Grupo de Logística al que obliga el Plan INFOCAL y sobre el desabastecimiento sobre algo tan necesario como la hidratación, no son ciertas.

"¿Un litro de agua al día? Es mentira. Se aprovecha una anécdota para generalizar", afirmó el director general durante la rueda de prensa, a preguntas de los periodistas. El director general de Política Forestal de Castilla y León reconoce que en un operativo de 700 personas "con incendios de estas características, trabajando a 40 grados, igual hay una persona o una cuadrilla, pero no es cierto".

Arranz también rebatió la queja generalizada del operativo y la oposición en la comunidad autónoma acerca de que no hay efectivos desplegados en el territorio durante todo el año dedicados a prevenir los incendios, procediendo a la limpieza de los montes de enero a diciembre.

"Los operativos están todo el año, hay personas que no tienen contrato todo el año, hay personas que trabajan unos meses, otras otros y hay otras que trabajan todo el año, hay 4.500 personas de más de diez categorías profesionales diferentes", dijo. "Hay que ir viendo las piezas de este complejo puzzle que es el operativo de incendios, que tenemos desde pilotos hasta peones, pasando por ingenieros, conductores de autobombas, mangueristas y cuadrillas de distinta tipología", aseguró.

"Ante un incendio de estas características, es complicado atajarlo, tengas los medios o no, porque no hay condiciones para la extinción", concluyó.