La Comunidad Valenciana fue uno de los primeros territorios españoles en registrar casos positivos en coronavirus. El lunes pasado no se registró ningún contagio en la provincia de Castellón y el martes fue el primer día sin fallecidos en la provincia de Valencia desde que se declaró el estado de alarma. A pesar de la positiva evolución que está experimentando esta comunidad, la Generalitat ha decidido seguir manteniendo activa toda la estructura de refuerzo montada para esta crisis sanitaria.

Es por esto que las estructuras levantadas con el fin de ayudar en la lucha contra el coronavirus seguirán levantadas hasta diciembre, en previsión de un posible rebrote del virus en otoño. Del mismo modo, la Consellería de Sanidad prevé mantener hasta final de año las contrataciones extraordinarias de personal sanitario, entre ellos los más de 600 residentes de medicina y 80 de enfermería que este año se encuentran cursando el último año de residencia.

En contraposición con esta gestión se encuentra la del Gobierno madrileño de Isabel Díaz Ayuso, donde la Consejería de Sanidad ha informado de que no renovarán los contratos que realizó a más de 10.000 profesionales sanitarios para trabajar en hospitales, SUMMA 112 y Atención Primaria del Servicio Madrileño de Salud para afrontar el crecimiento de la demanda por el coronavirus.

Frente a esta decisión se han levantado las voces de muchos de estos profesionales, a quienes se les termina el contrato el 30 de junio, pero que a partir del mes de abril pasarán a ser reubicados en otros servicios, según la demanda de los hospitales y sus servicios. En declaraciones a ElPlural.com, una de estas enfermeras, que prefiere mantenerse en anonimato, alertó del peligro que esto puede suponer: "Esta medida al final también repercute en la calidad de la atención a los pacientes, porque no conoces el servicio, ni a la gente, ni a los pacientes. También el estrés que nos genera y la incertidumbre de no saber dónde te toca hasta media hora antes". Además, reiteró en que: "Estar de 'pool' sin habernos hecho el test y no saber si somos positivos conlleva poner en riesgo la salud de los pacientes que no están infectados".