El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, protagoniza este martes una entrevista en el diario El Mundo, en la que apuesta por “controlar la movilidad entre comunidades y provincias” y revela que le preocupa “muchísimo” la cercanía con Madrid. “Cientos de miles de personas procedentes de esta región se han confinado en Castilla-La Mancha y han podido traer la enfermedad”, ha señalado.

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García-Page asegura que durante la pandemia “he dado muchos pésames a amigos, a conocidos y he tenido algunas contestaciones un tanto desagradables, aunque comprensibles por el dolor”. 

Sobre el futuro de convivencia con el virus, el presidente de Castilla-La Mancha señala que “la fase de convivencia con el virus no puede suponer que el Gobierno se desentienda porque hay que controlar la movilidad entre comunidades y provincias.”

Preguntado sobre la vecindad con la Comunidad de Madrid, principal foco de la pandemia, reconoce que le preocupa “muchísimo”. “Más que las decisiones que pueda tomar yo, me afectan las que adopten autonomías vecinas. Es evidente que Madrid es un enorme foco de irradiación, porque hay una gran movilidad”, señala García-Page, para después asegurar que “cientos de miles de personas procedentes de esta región se han confinado en Castilla-La Mancha y han podido traer la enfermedad”. “Soy totalmente contrario a cualquier tipo de estigma, todos somos españoles. Y no es culpa de Madrid, ni de los madrileños. Hasta la reclusión general vivíamos en el desconocimiento”, añade el presidente de Castilla-La Mancha.

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García-Page apuesta por una gestión centralizada para la desescalada, “aunque haya medidas territorializadas, que no las tome la comunidad, sino el Gobierno. Y lo haga contando con las autonomías vecinas. Más que 17 presidentes tomando decisiones prefiero uno, que puede autorizar y aprobar”.

El presidente de Castilla-La Mancha valora que se hayan dejado de lado las reivindicaciones particular: “Ningún gobernante, cuando fue consciente de que el tema era serio, ha actuado de forma miserable. Todos los presidentes, del PP, nacionalistas... Llevo semanas sin escuchar nada de nación, nacionalidad, de los independentistas. Incluso se dirigen a nosotros como colegas de otras comunidades.”

También valora la actitud del ministro de Sanidad, Salvador Illa, aunque subraya que hubiese sido igual con Ana Pastor, exministra del ramo con el PP: “La actitud del ministro de Sanidad ha sido absolutamente colaboradora y comprensiva. Si en vez de Salvador Illa hubiera sido Ana Pastor, creo que habría actuado igual, porque también es una persona dialogante, que se pone al teléfono. Esta parte ha ido bien. Pero probablemente todos tenemos que pedir disculpas por nuestra ingenuidad, pensamos que no llegaría a tanto”.