Madrid es España, España es Madrid, y Madrid es... Madrid. Para la presidenta en funciones de la Comunidad, su región es lo más, al estilo de los independentistas catalanes, también con muchas banderas, pero con menos franjas. Madrid es el motor de la economía patria, es la junta de la trócola del turismo, es la turbina de lo público y es el banco de pruebas de lo neoliberal. Madrid es Madrid y, como diría Rajoy, mucho Madrid.

Pero claro, en el resto del Estado, lo de que los medios de comunicación conviertan Madrid en el centro de todo ya no está tan bien visto. En la calle de Alcalá nieva, es noticia, aunque en O Cebreiro también lo haga, o en León. Si en Vallecas cae una aguja, las unidades móviles de todos los medios se acercan para ver un 'hecho inaudito'.

La sobreexposición madrileña, junto con el intento de Ayuso de tratar de coparlo todo, incluso con frases poco afortunadas, está provocando cierto hartazgo en el resto de España, y no por culpa de los habitantes de esa región, sino por el papel de algunos de sus políticos y los medios de comunicación.

Hoy, en la Tertulia de Cómicos del programa A vivir que son dos días, de la Cadena Ser, han tratado de hacer una encuesta improvisada llamando al azar a teléfonos de fuera de Madrid para saber si la gente está harta o no de que los medios centremos casi todo el interés informativo en la capital y sus alrededores autonómicos.

Llamaron a Ciudad Real, a Portugalete y a Galicia. Y esta última comunicación, cargada de retranca, ha dado como resultado una explicación que no va a gustar nada a Ayuso y sus nuevos aires nacionalistas madrileños.

En la llamada, ante la pregunta de si “estaba hasta las pelotas” de que las teles y radios hablaran sobre todo de Madrid, el cuestionado contestó tirando de ironía que “no, para nada”, añadiendo que “cada noche nos llamamos para saber cómo están las cosas en Madrid”. Además, siempre moviéndose en el entorno de la retranca gallega, 'defendió' que si llueve en Madrid se haga una noticia de ello, para concluir diciendo que (minuto 23:45) “nosotros en Galicia tenemos mucho cariño a los madrileños, a los que incluso tenemos un mote. Les llamamos fodechinchos, que quiere decir jodechinchos”. Tras esto explicó el motivo: “Los chinchos son los pescados más baratos que se pueden encontrar en la plaza y cuando los madrileños vienen, son los primeros que se acaban”. Las risas en el estudio no se hicieron esperar, incluida la de Javier del Pino, madrileño de Usera como le gusta presumir muy a menudo.

A pesar de que las cosas han sido en tono irónico, no hay que descartar una salida airada de la candidata 'popular' a la presidencia de la Comunidad de Madrid, al fin y al cabo, hay quien dice que su principal enemigo, más que en Moncloa, está en Santiago de Compostela, en concreto, en el Palacio de Monte Pío, residencia del máximo responsable de Galicia, Alberto Núñez Feijóo.