Aunque en menor medida, Galicia sigue ardiendo. Los dos últimos incendios registrados en la región en los últimos días, el de Arbo, en Pontevedra y el de Castrelo de Miño, en Ourense, han arrasado ya con 600 hectáreas, 400 el primero y 200 el segundo, según la última estimación provisional de Medio Rural.

En lo que respecta al fuego del municipio pontevedrés, todavía sigue activo el nivel 2 de alerta, que se activó este sábado por la proximidad de las llamas a un núcleo de viviendas de la parroquia de As Searas.

El incendio se inició a las 03.17 horas de la madrugada en la parroquia de Mourentán e hizo necesaria, además del apoyo de la Unidad MIlitar de Emergencias, la intervención de nueve helicópteros, 10 aviones, dos Unidades Técnicas de Apoyo, cinco palas, 39 motobombas, 54 brigadas, 19 agentes y siete técnicos. 

El de Arbo, sin embargo, no es el único fuego que a permanece activo en la provincia, también lo está el que afecta a A Cañiza, concretamente a la parroquia de Oroso, para el que también se ha declarado la situación 2 como medida preventiva por su cercanía a un polígono industrial. 

En este caso las llamas han obligado en la mañana del domingo a cortar durante varias horas la A-52 y, posteriormente la N-120.

El incendio se inició alrededor de la 01.00 horas y ha calcinado, por el momento, 25 hectáreas. Para su extinción se ha movilizado a un técnico, nueve agentes, 17 brigadas, nueve motobombas, dos palas, nueve aviones y cinco helicópteros.

Y sin salir de la provincia, en la parroquia de Padróns, en Ponteareas, también se han perdido otras 20 hectáreas bajo el fuego.

Controlado el incendio de Ourense

En cuanto al incendio de Castrelo de Miño (Ourense), concretamente de la parroquia de Barral, este continúa bajo control, aunque ha dejado ya 200 hectáreas calcinadas. Por el momento continúan trabajando en la extinción del mismo, dos técnicos, 41 agentes, 79 brigadas, 52 motobombas, cuatro palas, ocho aviones y 11 helicópteros, además de una Unidad Técnica de Apoyo.

A este fuego, hay que añadir otro, que en la tarde de este domingo se ha registrado en la misma provincia, en la aldea de Xurenzás, en Boborás, y que ha obligado a cortar durante aproximadamente una hora el tráfico ferroviario de la línea convencional que une Santiago y Ourense, en el tramo entre O Carballiño y O Irixo.

La medida, no obstante, solo ha afectado a trenes regionales y se ha restablecido pasadas las 19.00 horas, según han precisado, tanto ADIF como Medio Rural. 

A estas horas, las llamas han acabado ya con cinco hectáreas, mientras en la zona continúan trabajando cuatro agentes, siete brigadas, tres motobombas, una pala, siete aviones y cuatro helicópteros.