Desde hace tiempo el servicio que presta la Xunta de Galicia de comida a domicilio está en el punto de mira por la calidad de los productos que ofrecen. Ahora, el Sindicato Labrego Galego-Comisións Labregas (SLG-CCLL) acaba de anunciar en relación con este asunto la presentación de una denuncia ante la Valedora do Pobo (Defensora del Pueblo). La misma va contra la Consellería de Política Social y el motivo es “no dar respuesta a las quejas sobre la grave situación que están padeciendo las personas usuarias” del citado servicio denominado Xantar na Casa, que “siguen recibiendo alimentos de muy baja calidad a pesar de las reiteradas denuncias de los últimos meses”.

Tal y como subrayan desde la organización, la denuncia se produce después de la petición de Margarida Prieto, vocal del Consello Galego de Benestar Social en representación del SLG, de la necesidad de “una reunión urgente” para analizar esta problemática. Dicha solicitud se cursó en mayo pasado.

Tras esta demora de siete meses sin respuesta ni convocatoria por parte del órgano consultivo para abordar un tema considerado muy importante, señalan desde el Sindicato que “nos lleva a acudir a la Valedora para que investigue esta situación e inste a la Xunta a adoptar medidas urgentes”.

En un comunicado, recuerdan que en los últimos meses “hemos recibido en nuestras oficinas quejas de personas usuarias y de sus familias” sobre este servicio de Xantar na Casa, “de la vivienda comunitaria de A Pontenova y de la Residencia de Mayores de Ortigueira sobre la mala calidad de los alimentos que reciben”.

Según detallan, las denuncias describen la distribución de “alimentos aguados, crudos, masas pastosas, ingredientes desaconsejados para determinadas personas usuarias y menús nutricionalmente desajustados”. Esto es muy grave, sobre todo, si se tiene en cuenta que los afectados presentan en muchos casos “problemas intestinales y diarreas frecuentes”. A esto se suma el hecho de que “al resultar incomibles muchas de las comidas, las bandejas se devuelven llenas, lo que provoca déficits nutricionales importantes en una población especialmente vulnerable”.

Otro de los motivos de la denuncia ya se hizo público en su momento y tiene que ver con la distancia del lugar donde se prepara la comida y al que se traslada. Para el Sindicato Labrego Galego es “intolerable” que se obligue a personas mayores “a consumir alimentos de mala calidad que llegan cada siete días desde más de 150 kilómetros de distancia”, teniendo en cuanta que los alimentos recalentados “no son recomendables” para los usuarios ancianos, puesto que muchos de ellos ya arrastran “problemas de salud importantes”. Asimismo, también indican que “para su elaboración se usan aditivos que no serían necesarios si el reparto fuese diario y la elaboración se hiciese en un radio de distancia corto”.

Precisamente, esta entidad recuerda que estos problemas podrían solucionarse de manera sencilla porque “muchas viviendas comunitarias, centros de día y residencias disponen de cocinas propias que no se están utilizando”.

Modelo fallido

El Sindicato insiste en que se llega a esta denuncia tras la falta de repuesta y acción del Consello Galego de Benestar Social, órgano que tiene entre sus funciones “evaluar las políticas de servicios sociales y velar por su calidad”. Sin embargo, en más de medio año, no ha adoptado medida alguna que redunde de forma positiva en los usuarios. “Esta ausencia de reacción institucional supone, en la práctica, avalar la continuidad de un modelo que prioriza la externalización y el negocio empresarial frente al derecho de las personas usuarias a una alimentación saludable, segura y adaptada a sus necesidades”, denuncia el SLG.

Ante esta situación, su apuesta es clara por la rescisión de los contratos con estas empresa de cáterin que, a su juicio, incumplen “con los estándares de calidad”, a la vez que se abogue por “un modelo de proximidad”, con la reapertura de “las cocinas propias de los centros y la compra pública de alimentos frescos a productores y productoras locales”.

Cabe subrayar que la Valedora do Pobo “ya ha admitido a trámite la queja y esperamos que investigue la situación”, anuncian desde el Sindicato Labrego Galego-Comisións Labregas. Igualmente, de forma paralela a esta denuncia, insisten en la necesidad de que “el Consello Galego de Benestar Social convoque una reunión urgente para abordar este grave problema que afecta a la salud y la dignidad de las personas mayores en Galicia”.