En Galicia, como sucede en otras partes del Estado, las verbenas populares, con sus orquestas grandes o pequeñas, no pueden faltar. Sin embargo, en esta región algunas de estas orquestas han alcanzado un éxito sin precedentes, capaces de reunir a más de 20.000 personas en uno de sus espectáculos y de tener cachés millonarios.

Uno de esos grupos es París de Noia que, sin embargo, y al margen de la inactividad derivada de la pandemia, está envuelta desde hace un tiempo en cuestiones judiciales y tributarias. Este jueves se ha dado a conocer una sentencia que puede suponer el fin de una de las orquestas más importantes.

La sección segunda de la Audiencia Provincial de A Coruña ha dado a conocer hoy la ratificación de la pena de siete años y medio de prisión (con límite de cumplimiento de cuatro años y medio) que el juez de primera instancia le impuso al empresario M.A.G.S.. Éste figuraba como titular de la orquesta París de Noia desde el año 1999. La condena es por cometer cinco delitos contra la hacienda pública relativos a los impuestos del IVA de los años 2011-2012 y del IRPF de 2010-2012.

Al margen de la pena de prisión, el ahora condenado deberá abonar una multa de 360.000 euros, así como una indemnización a Hacienda de 1.192.873 euros.

Cabe señalar que la Audiencia, no obstante, ha estimado en parte el recurso del empresario contra la sentencia del Juzgado de lo Penal número 1 de A Coruña y ha suprimido la condena de cinco meses de cárcel impuesta por la comisión de un delito contable al entender que queda absorbido por la defraudación tributaria, pues era la finalidad última del acusado.

El tribunal considera acreditado que el acusado, tras disolver la personalidad jurídica de la orquesta París de Noia mediante la contratación de las oficinas y sociedades del Grupo Lito, "obvió llevar la preceptiva contabilidad mercantil, libros o registros fiscales, escondiendo los ingresos y gastos obtenidos y sufridos respectivamente por la orquesta París de Noia".

Tal y como consta en la resolución de primera instancia confirmada ahora por la Audiencia, mantuvo la orquesta bajo la forma jurídica de una comunidad de bienes desde enero de 1999 hasta el 31 de julio del 2008. A partir de esa fecha, con la intención de eludir impuestos, decidió mantener opaca la titularidad de la París de Noia, "disolviendo la comunidad de bienes y perdiendo así la orquesta su personalidad jurídica", por lo que utilizó sociedades integradas en el Grupo Lito para eludir el pago de tributos.