La comunidad educativa se planta ante el Gobierno de Rueda: "El curso más conflictivo de los últimos 40 años"

La enseñanza pública en Galicia está muerta. Así lo cree la comunidad educativa, que ha diseñado una esquela en la que comunica su fallecimiento tras una larga y dolorosa enfermedad causada por recortes continuados, falta de recursos y abandono institucional por parte de la Consejería de Educación de la Xunta que dirige Alfonso Rueda. 

Alumnos, profesores y familias así lo comunican con mucho pesar y agradeciendo las muestras de apoyo recibidas. El velatorio tendrá lugar el martes 16 de diciembre en cada uno de los centros educativos de la región, donde todavía late el espíritu de igualdad y servicio de la sociedad gallega; y el entierro, será ya el miércoles 17 en Santiago de Compostela, donde serán portados sus restos desde la sede del Parlamento Gallego hasta la Consejería de Educación. 

Así, haciendo gala de la sorna que caracteriza a los habitantes de esta tierra, llama la comunidad educativa a la huelga. 

El sector ha decidido plantarse ante las políticas del Ejecutivo Autonómico, que han provocado que el de este año sea el curso "más conflictivo de los últimos 40 años". 

En lo que han denominado ya como "diciembre negro", CIG-Ensino, el sindicato mayoritario en la enseñanza pública gallega, llevará a cabo distintas actividades reivindicativas, para denunciar "los derechos robados y los recortes" del Gobierno regional del PP. Asimismo, podrá en marcha una campaña informativa para que la población conozca cuáles son las demandas del sector, en un conflicto que, aseguran, "no es solo laboral, pues afecta de lleno a la calidad" de la enseñanza. 

Así, piden bajar las ratios en el primer curso de todas las etapas a partir de septiembre de 2026; recuperar el horario lectivo de 21 horas en infantil y primaria y de 18 en el resto de enseñanzas; dotar de más personal para atender a la diversidad y de profesionales de orientación a todos los niveles educativos; crear un plan real que permita reducir la burocracia y disminuir la carga lectiva para quienes tienen responsabilidades de dirección, coordinación o tutoría.

Otras de las reclamaciones tienen que ver con la demanda de un acuerdo retributivo que permita recuperar el poder adquisitivo perdido desde la crisis del año 2010; mejorar las condiciones laborales del personal interino y sustituto, de manera que puedan cobrar el verano quienes trabajen cinco meses y medio; y permitir para las sustituciones la restricción por áreas geográficas sin justificación. 

Por último, el sindicato exige una reforma de la Formación Profesional (FP), que blinde su carácter público y su calidad frente a la "cada vez más feroz privatización" y al intento de sustituir al profesorado por personal experto de las empresas; el reconocimiento de la función docente, sin poner en cuestión la autonomía pedagógica de los centros y la libertad de cátedra; y una nueva política lingüística en la enseñanza que frene la pérdida de hablantes y de competencia en gallego y que le de prestigio a esta lengua en el ámbito educativo.

Antes de las jornadas de huelga convocadas para los días 16 e 17 de este mes, desde CIG-Ensino se fomentará el debate en los centros mediante asambleas, que se desarollarán en los recreos y por las tardes.

Por otro lado, el sindicato pide el apoyo de las Asociaciones de Madres y Padres del Alumnado, que, desde que comenzó el curso, han organizado concentraciones, manifestaciones y otro tipo de acciones como los martes y viernes negros, para reclamar más profesorado en los centros.   

"La enseñanza pública está en lucha por la falta de medios y recursos, pero no se resigna ante esta situación", subrayan desde la Confederación Intersindical Galega, recordando que en los últimos cuatro meses se han convocado cinco días de huelga docente, "algo insólito desde los años 80".  

El 16 de diciembre, además de la huelga, se realizarán en distintas localidades, marchas fúnebres entre centros educativos en las que se portarán velas, crespones negros y otro tipo de simbología mortuoria, para mostrar en el ámbito local la grave situación que a nivel educativo atraviesa este curso Galicia, con menos profesorado, necesidades del alumnado sin cubrir, menos servicios y peor calidad. 

Ya el miércoles, a las 11.30 horas partirá del Parlamento gallego, en Santiago de Compostela, una gran manifestación que recorrerá el centro de la capital simulando entierro simbólico de la enseñanza pública gallega. Se pide a los asistentes que vistan de negro, y porten cartelería, pancartas y atrezzo fúnebres.