El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez-Jácome, ha denunciado por agresión al editor del periódico La Región, Óscar Outeiriño.

Los hechos, según apunta un comunicado emitido por el propio Ayuntamiento y lo publicado en redes sociales por el primer edil,  tuvieron lugar a última hora en las inmediaciones del Auditorio de Ourense, donde ambos coincidieron para asistir al concierto de Robert Plant y donde Pérez-Jácome acabó recibiendo un puñetazo.

Sin embargo, lo sucedido, siguiendo la versión de La Región, fue muy distinto. El altercado habría tenido lugar mientras Outeiriño se encontraba con su familia y un grupo de amigos. Quienes acompañaban al alcalde, miembos del partido Democracia Ourensana como Antonio Fernández Martín, Rafael Martínez Cachafeiro, Francisco Lorenzo y el exasesor Francisco González, comenzaron a grabarles "de forma provocadora y frontal". "Pese a que se le pidió que cesara en la grabación en varias ocasiones, hizo caso omiso", recoge una información publicada en la edición digital del diario ourensano. 

El texto indica también que Outeiriño, tras ser denunciado por el primer edil, fue detenido y trasladado a dependencias policiales para prestar declaración, mientras que Pérez-Jácome se desplazó a Urgencias y poco después se personó en la comisaría a presentar la denuncia formal. 

La Región denuncia, además, que la nota de prensa emitida desde el Concello identifica al detenido, pese a que por la Ley de Protección de Datos, nunca se desvela la identidad.

Un personaje más que polémico 

No es la primera vez que Gonzalo Pérez Jácome se ve envuelto en polémicos asuntos. De hecho, ya antes de aterrizar en la polémica era conocido por sus histrónicos discursos en una televisión pirata local, Auria TV, que en 2012 ya le llevó a los tribunales, acusado de piratear la señal de Digital +.

Con botellas de Ribeiro sobre la mesa, vacías eso sí, según se podía ver en las imágenes, Pérez Jácome protagonizaba pecularies tertulias.

Su llegada al poder, también fue peculiar, ya que fue fruto de un polémico pacto con el PP, que permitió a Baltar mantenerse en la Diputación.

A cambio, el enemigo interno de Alberto Núñez Feijóo puso la ciudad en manos de  Pérez-Jácome, que se estrenó en el cargo con una multa de tráfico por estacionar un coche de Auria TV en la plaza reservada para el vehículo oficial de Alcaldía. A raíz de esto se recuperó también la denuncia que Pérez-Jácome presentó contra un agente de la Policía Local tras aparcar en un vado antes de ser primer dil. Se había enzarzado con el agente, que estaba fuera de servicio y era delegado sindical de UGT, y acabó acusándole de haber intentado atropellarle a él y su acompañante, el concejal Telmo Ucha.