El Gobierno de la Comunidad de Madrid ha decidido reforzarse de cara a la pandemia del Covid-19 con la familia Burgueño. Antonio Burgueño fue el pionero, siendo el ideólogo de la privatización de la sanidad promovida por el Partido Popular a lo largo de los últimos años. Ahora, sus hijos también forman parte del equipo de Isabel Díaz Ayuso, con especial atención a su hija Encarnación, que, sin experiencia previa, será una de las personas al frente de la crisis de las residencias.

Hace tres semanas se anunciaba que Antonio Burgueño volvía al ruedo. Esta apuesta del Ejecutivo regional fue duramente criticada por la comunidad médica. Especialmente claro fue José Ramón Arribas, jefe de Enfermedades Infecciosas de La Paz-Carlos III, mostrando su malestar en redes sociales: “Respetuosamente le solicitamos que reconsidere el nombramiento de Antonio Burgueño como coordinador frente a COVID-19, una persona que cuenta con el rechazo de gran parte de la sanidad madrileña”.

También la diputada de Más Madrid y médica profesional Mónica García mostraba su repulsa en Twitter. Para ello, recordaba algunas de las frases más polémicas de Burgueño adjuntando el vídeo de su intervención: “El mismo que veía entrañable que la consulta de Atención Primaria costara 30-50 euros y que veía en la sanidad pública "entornos empresariales de inversión. Es una vergüenza política”, sentenciaba García.

“El pago directo de 30, 40, 50 euros del paciente al médico de cabecera redundaría en un modelo sanitario más entrañable (…) No podemos seguir ni con médicos ni empleados sanitarios funcionarios (…) Los hospitales no pueden seguir siendo propiedad del Estado”. Estas son algunas de las frases más polémicas de la trayectoria del fichaje de la Comunidad de Madrid.