La rectora de la Universidad de Salamanca, María José Rodríguez Conde, ha presentado su renuncia este miércoles, 13 de marzo, tan sólo seis días después de asumirlo, justificando “motivos personales”, según han trasladado desde el propio centro al medio local salamanca24horas.com. El 7 de marzo, su predecesor en el cargo, Ricardo Rivero, anunció su renuncia ante una “oportunidad” que se le presentaba para “otras iniciativas y formas de ver la Universidad”, aunque coincidiendo en tiempo y en espacio con los ataques furibundos de Vox.

La formación de ultraderecha pasó a la ofensiva contra Rivero tras clamar contra los intolerantes durante el acto de entrega del honoris causa póstumo a Miguel de Unamuno como “acto de reparación por el destierro injusto” sufrido por el que también fuera rector de la Universidad de Salamanca. El escritor tuvo que abandonar el país ante su oposición frontal a la dictadura de Primo de Rivera en 1924. Tras ello, el hasta entonces rector comunicó su renuncia al cargo que ocupaba desde 2017.

El pasado 26 de febrero, Santiago Abascal se refirió a la Universidad de Salamanca -entre otras instituciones académicas- como “máquinas de censura, coacción y antisemitismo”. Lo hizo en el marco de una cumbre de la Unión Conservadora Estadounidense. El líder ultraderechista reclamó que los centros deben ser “templos del saber, de la libertad de pensamiento, de la transmisión de conocimiento”, rechazando “comisarios perturbados que inventen géneros o perviertan la inocencia de nuestros menores o que reescriban la historia o promuevan ideologías criminales”.

Unas palabras que acabaría remachando el perfil de Vox en Twitter, citando al propio rector entonces, dirigiéndose a él como ‘estimado’, con un post que incluso compartía el vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo. “Has condecorado a un colaborador de los narcos que demoniza la historia de España. En tu universidad hay masters para estudiar géneros inventados y esparcís la doctrina woke totalitaria como si fuera ciencia”, rezaba el texto.

Dos dimisiones en una semana

Sin embargo, y a pesar de los ataques de la extrema derecha, Rivero justificó que su decisión no fue fruto del momento, sino que se sustentó en una reflexión profunda y desde hace mucho tiempo. Adujo motivos personales, por un lado, con el objetivo de retomar su labor académica, pero también estratégicos, puesto que tenía que afrontar la renovación de Claustro y estatutos. No obstante, a nadie escapa que coincide en tiempo y en espacio con el hostigamiento de Santiago Abascal y sus satélites.

Tras su dimisión, se decidió elevar al puesto de rectora a la entonces vicerrectora de Calidad y Enseñanzas de Grado, María José Rodríguez Conde, que asumió el cargo el pasado 7 de marzo, cuando el propio Rivero anunció su renuncia. Sin embargo, apenas seis días después, también ha dimitido de su cargo.

En su escueto periodo de tiempo al frente del rectorado, ha participado en diversos actos de la Universidad, como la inauguración de la XXIII Semana del Japón en el Centro Cultural Hispano Japonés y en la entrega de los premios a la excelencia científica y docente a 32 profesores del Estudio. La catedrática también ha renunciado al cargo de vicerrectora de manera “irrevocable”.

Ahora, tras su salida, el vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado, David Díez Martín, es la persona elegida para ejercer de rector en sustitución desde este miércoles. “Desea facilitar una transición fluida y rápida dentro de la más absoluta normalidad institucional, para el que espera contar con el apoyo de toda la comunidad universitaria”, explicaba el centro en un breve comunicado.

No obstante, se está a la espera de la fecha oficial de las elecciones para elegir al próximo rector de la Universidad, siendo el catedrático Juan Manuel Corchado como uno de los favoritos.

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