La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha colocado una pequeña imagen del rey Felipe VI en la sala de plenos del Ayuntamiento de Barcelona después de que en 2015 retirara un busto del jefe del Estado poco tiempo después de llegar a la alcaldía.
Ahora el monarca vuelve a presidir esta sala de la institución catalana después de que el Tribunal Supremo así lo ordenara. La alcaldesa ha cumplido con lo mandado y ha situado una fotografía del actual rey en lo alto de la pared aunque, eso sí, muy pequeña; ya que la orden no especificaba dimensiones. De esta manera, Colau ha querido mantenerse lo más fiel posible dentro de la ley a sus ideales republicanos que hoy ha vuelto a dejar claros, luciendo una mascarilla con los colores rojo, amarillo y morado.
La edil ha comenzado el pleno de este viernes explicando que se ha visto "obligada" a colocar el cuadro por "imperativo legal": "Nunca comprometeremos ni a la institución, ni a los funcionarios públicos de esta casa y por eso hemos seguido las indicaciones de la Dirección de Patrimonio. Aquellos que tanto defienden la institución monárquica deberían hacerse una reflexión de por qué se coloca esta imagen. No se coloca por estima".
También ha dado que hablar su mascarilla. En relación a ella, la alcaldesa ha explicado que llevaba los colores de la República para mostrar su desacuerdo por las palabras del exministro de UCD, Ignacio Camuñas sobre el origen de la Guerra Civil y el silencio del PP como respuesta a estas afirmaciones.
A principios del mes de julio el Tribunal Supremo rechazó el recurso contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que anulaba la norma aprobada también en 2015 por el pleno municipal para eludir la obligatoriedad de colocar el busto del jefe de Felipe VI en la sala del consistorio. Los servicios jurídicos mantienen como válida la sentencia del Alto Tribunal e insisten en que no permite recurso. De hecho, si la primera edil se hubiese negado a colocar la imagen podría haberse visto inmersa en un delito de desobediencia.
