A pesar de que el Rayo Vallecano se encuentra haciendo una de sus mejores temporadas de la historia -octavos en Liga, a solo dos puntos de los puestos europeos y tras haber vencido recientemente al Real Madrid-, lo cierto es que no es gracias a su ciudad deportiva. Los usuarios de las instalaciones de la Fundación Rayo Vallecano denuncian la insostenible situación del complejo deportivo. De gradas rotas a ajardinamientos abandonados, quienes acceden al recinto no pueden ni usar los baños debido a la nula limpieza de los mimos. La parcela, de titularidad pública aunque en una concesión administrativa de uso privativo, tiene 75.875 m2 e incluye en sus instalaciones siete campos de fútbol que sirven para que entrene el primer equipo masculino y femenino y para disputar los partidos de este último así como los de las secciones inferiores, en su mayoría menores de edad.
Desde diciembre de 2006, el Rayo Vallecano paga más de un millón de euros "en especie" al Ayuntamiento de Madrid a través de su Fundación por la concesión de una parcela municipal ubicada en el Ensanche de Vallecas en la que se encuentran las instalaciones deportivas del equipo. Sin ir más lejos, durante el ejercicio correspondiente a 2019-2020 esa cantidad ascendió a 1.151.935,91 euros.
No obstante, según denuncian multitud de usuarios, las instalaciones se encuentran en un casi nulo estado de mantenimiento. Según ha podido comprobar ElPlural.com, los ajardinamientos están completamente abandonados, los campos de juego no cumplen los mínimos dignos, los baños no se limpian, las calderas no funcionan a menudo y las gradas y los bancos de la zona están rotas. Tal y como ha podido saber este medio, apenas hay una persona de mantenimiento para todas las instalaciones. Asimismo, tampoco se cumplen con criterios de accesibilidad.
"Mi hija lleva varios años jugando ahí. Al principio pensaba que la zona estaba en obras y no, ni siquiera mi hija ha podido usar las duchas desde que entró porque dicen que hay una avería", denuncia Gema, una madre que ha preferido utilizar un nombre ficticio para evitar posibles problemas a su hija. Tal es la situación que ni siquiera Paula (nombre ficticio) ha podido hacer uso del vestuario, cuando el reglamento indica que deben ducharse después de cada entrenamiento. Ni siquiera todas las jugadoras han recibido la equipación necesaria.
"Con la dirección nunca puedes hablar, le pasan los marrones a los coordinadores que nunca tienen tiempo de atenderte. O pagas o te dan por culo y aunque pagues es lo que hay", denuncia.
Tras ver las imágenes recopiladas por este medio, explica la situación que se vive en cada zona del complejo deportivo. La que más le llama la atención es la del baño de la cafetería. "Está fatal, no lo limpian", reconoce. "Ojalá poder enseñar el olor de los baños", reconoce un usuario de las instalaciones cada fin de semana.
Además, se queja de lo que la Fundación Rayo Vallecano paga a los entrenadores de los niños y adolescentes: "Este año han cambiado la dirección y parece ser que funciona algo mejor. Pagan poco a los entrenadores de los chavales, pero aún pagándoles una mierda las preparan bien. Internamente harán lo que les dé la gana". Además, se queja de que por jugador solo hay una entrada gratis: "Son menores y tienen que ir acompañados. Como vayan los abuelos y los dos padres se te pone el partido en veinte euros, y no pagamos precisamente poco".
Por su parte, Paula, su hija, explica cómo ve ella el estado de las instalaciones. "Muchas veces nos tenemos que cambiar de vestuario para ponernos la equipación de lo mal que huelen. Los baños son horribles, huelen fatal y nunca están limpios", explica.
Tal es la situación que incluso varias adolescentes han pedido a sus padres jugar en otro club: "Tengo compañeras en el equipo que se quieren cambiar. No pueden del asco. Está todo fatal porque no hay cuidados".
La situación se traslada incluso al campo de juego. "Además del vestuario, cuando vamos a los campos, la hierba está seca en casi todos. Espero que se pueda arreglar todo esto", explica Paula.
En la misma línea se muestra el concejal de Más Madrid en el Ayuntamiento, Paco Pérez. "El estado de conservación de las instalaciones de la ciudad deportiva del Rayo Vallecano en el Ensanche es lamentable. Se trata de una obra pública construida sobre un suelo público, que la sociedad anónima deportiva presidida por Raúl Martín Presa disfruta mediante concesión", explica en declaraciones a este medio.
"Lógicamente, el concesionario tiene que hacerse cargo del mantenimiento de la ciudad deportiva, pero la sociedad que preside Martín Presa se inhibe de esta obligación. El resultado es que los campos de entrenamiento y los accesos se están deteriorando. Seguramente está esperando a que se haga cargo el Ayuntamiento con cargo a los presupuestos municipales, algo que para nosotros sería un abuso", cuenta el de Más Madrid.
"Sí lo es cuando se producen pelotazos urbanísticos como el macroparking de la Castellana, junto al Santiago Bernabéu, o el reciente acuerdo con el Atlético para la cesión de parcelas en el anillo olímpico, que incluye una para la construcción de un hotel y un centro comercial. En el caso del Rayo Vallecano, el alcalde Almeida tiene que exigir que sus propietarios cumplan con el deber de mantener y conservar unas instalaciones que utilizan cientos de jóvenes deportistas. Apoyo al fútbol madrileño sí, pero no a cualquier precio", concluye Pérez.
Un millón de euros "en especie"
Para hacer uso y disfrute de la parcela deportiva, la Fundación Rayo Vallecano, presidida por Martín Presa, se compromete a ceder las instalaciones para eventos deportivos, tener una escuela de fútbol para 250 alumnos, participar en una campaña de sensibilización ciudadana, recibir contraprestaciones de naturaleza publicitaria, así como otros compromisos como un partido fútbol amistoso del primer equipo masculino o una escuela de verano para 350 alumnos del distrito.
Entre las campañas de sensibilización se incluye el deporte femenino. Sin ir más lejos, el acuerdo firmado este mes de febrero contempla que el entrenador o entrenadora del equipo femenino participe en una campaña a desarrollar en todos los centros de enseñanza del Distrito de Villa de Vallecas, donde se encuentran las instalaciones, "para incentivar la práctica deportiva en niñas y mujeres de entre 12 y 24 años, a través de charlas realizadas por las deportistas profesionales, dentro de los parámetros del programa Chicas, el deporte nos hace poderosas del Ayuntamiento de Madrid".
Cabe resaltar que hace tan solo unos meses, Carlos Santiso, técnico del equipo femenino, fue noticia por la filtración de unos audios enviados a través de WhatsApp al resto de su cuerpo técnico incitando a los mismos a "hacer como los de la Arandina", en referencia a los abusos sexuales que cometieron varios futbolistas del mencionado club con una menor de edad.
No es la única polémica que rodea al Rayo Vallecano a consecuencia de sus directivos o equipo técnico. El pasado mes de mayo la portavoz de Vox en la Asamblea, Rocío Monasterio, protagonizó una polémica al acudir a ver un derbi entre el Rayo Vallecano y el Atlético de Madrid. Tras bailar unos cánticos contra ella, mandó callar a quienes la increpaban ya en su asiento. Casi un año antes, previo a las elecciones de la Comunidad de Madrid, tanto ella, como Santiago Abascal, fueron invitados por su polémico presidente, Raúl Martín Presa.
No es una provocación ir a ver al @RayoVallecano. Los #bukaneros no pueden secuestrar con su violencia a la maravillosa afición del Rayo. https://t.co/gHxn6R8mtN
— Rocio Monasterio (@monasterioR) March 20, 2022
Los aficionados del equipo madrileño, como en marzo, no dudaron en cargar contra el dirigente del club tras la invitación a ambos miembros de la formación de extrema derecha cuando las autoridades sanitarias todavía no permitían la entrada de público al estadio.
ElPlural.com se ha puesto en contacto con la Fundación Rayo Vallecano, pero a la hora de publicación del artículo no ha obtenido respuesta. Por su parte, desde el Ayuntamiento de Madrid aseguran que "la cesión de la parcela municipal a la Fundación Rayo Vallecano lleva aparejada una serie de trabajos de mantenimiento y conservación que recaen en el Rayo y si estos no se cumplen se revisará la cesión". En la misma línea, añaden que "el convenio de 2023 no se ha firmado todavía".
