Madrid Orgullo (MADO), colectivo organizador del Orgullo LGTBI de Madrid, ha anunciado este martes que no se cumplen las garantías de seguridad para la celebración del evento por falta de voluntad política del ayuntamiento de Almeida y Villacís. Tal y como publicaba ElPlural.com hace unas semanas, la celebración del macro evento está en juego por la negativa del Ayuntamiento de Madrid a ampliar la moratoria de ruidos y evitar multas que en la práctica supondrían perder la totalidad de la subvención otorgada por el consistorio madrileño.

Este martes, justo a veinticuatro horas del inicio del evento, MADO ha publicado un duro comunicado responsabilizando a la institución de cualquier problema de seguridad que se pueda producir. " El Orgullo de Madrid, el más grande de Europa, se está celebrando en el centro de la ciudad con miles de asistentes y visitantes desde el 1 de julio llenando las calles de celebración, diversidad, alegría, memoria y reivindicación", comienza diciendo el escrito.

"La organización de MADO Madrid Orgullo solicitó la exención de los límites acústicos para esta edición de 2022, en base a la declaración por parte del Ayuntamiento de Madrid de las fiestas de Madrid Orgullo bien de interés general desde el 29 de junio de 2016", indican, citando a la propia ordenanza que explica que “en virtud de la declaración anterior, en las solicitudes que presenten las entidades organizadoras para las diferentes actividades enmarcadas en el MADO se podrán autorizar las modificaciones o, en su caso, la suspensión de los niveles máximos de emisión sonora establecidos en el artículo 15 de la OPCAT, en los eventos enmarcados en el programa oficial de las citadas fiestas, de acuerdo con lo previsto en el artículo 19 de la referida Ordenanza Municipal”.

Esta exención de ruido ya fue concedida por el Ayuntamiento de Madrid para la celebración del MADO 2016, WorldPride Madrid 2017 y las sucesivas ediciones de 2018 y 2019 "por razones sociales, económicas y de especial proyección para la ciudad de Madrid".

"Asimismo", prosigue el comunicado, "el Pleno del Ayuntamiento de Madrid, celebrado el pasado 28 de junio en sesión ordinaria, aprobó por mayoría de votos dicha exención. Para esta edición de 2022, tras dos años de pandemia, volvemos a las calles a celebrar el Orgullo de Madrid, el MADO, una fiesta de la diversidad, el respeto y la inclusividad que ha supuesto un altavoz para la consecución de avances legislativos y va a suponer un dique de contención a los discursos de odio y los delitos de odio que se han incrementado en nuestro país un 40% desde 2020. Por todo ello, la organización de MADO Madrid Orgullo solicitó una vez más la suspensión de los niveles máximos de emisión sonora tal y como prevé el artículo 19 de la OPCAT y a cambio hemos recibido una ampliación de los niveles máximos de emisión sonora recogidos en el artículo 15 de dicha Ordenanza que son claramente insuficientes, comprometen seriamente la viabilidad y la celebración de MADO, Madrid Orgullo 2022 con todas las garantías de seguridad para la ciudad y para todos", afirman.

Por todo ello, avisan, "las consecuencias y perjuicios sociales, de imagen de la ciudad y económicos de no poderse celebrar MADO con todas las garantías necesarias será responsabilidad del Ayuntamiento de Madrid que ha desoído nuestras solicitudes la voluntad de miles de electores reflejada en los acuerdos del Pleno Municipal del pasado 28 de junio así como nuestras reiteradas peticiones de reunirnos para estudiar la situación y buscar soluciones".

La izquierda señala a Almeida, Villacís y Carabante como culpables

El diputado del PSOE en la Asamblea de Madrid, Santi Rivero, condena en declaraciones a ElPlural.com la actitud del Ayuntamiento. "Desde el Partido Socialista de Madrid lo que hemos intentado siempre es que el Orgullo salga adelante con las máximas garantías. De hecho la semana pasada presentamos en pleno una iniciativa para que se quitaran directamente los límites de ruido en las zonas en las que se desarrolla el Orgullo. No solo los conciertos, también en las zonas en las que se producen actividades y se pudiera celebrar a la altura de una ciudad como Madrid", denuncia.

"Pedimos a la señora Ayuso, presidenta del PP de Madrid, que llame ya a Almeida para que el Orgullo se pueda desarrollar en condiciones, con garantías y con seguridad. La imagen que estamos dando es casi de cutres", reconoce insistiendo en garantizar que Madrid sea "una ciudad abierta, respetuosa y en el que se respeten a todos los madrileños". "A Almeida parece que se le olvida que las personas LGTBI que vivimos en esta ciudad también votamos, pagamos nuestros impuestos y tenemos todo el derecho del mundo a ocupar el espacio público y se escuchen nuestras reivindicaciones. Es una censura política en toda regla por parte del alcalde que no quiere escuchar a nadie criticarle por no poner la bandera en el Ayuntamiento o no desarrollar políticas LGBTI en la ciudad", expresa.

Mar Espinar, portavoz socialista en el Ayuntamiento insiste en que "perder el Orgullo" no es una opción para la ciudad. Por ello se pregunta dónde está Begoña Villacís. "Una cosa es que no se entere de nada y otra cosa es que no pinte nada en el Gobierno Municipal. Hay un dato objetivo y es que nunca ha habido tantos problemas como hasta ahora con el Orgullo y es debido a que Almeida se debe a Vox y Villacís no pinta nada", insiste.

"Villacís ha tenido una interlocución directa con MADO. Nosotros, a diferencias de otras fuerzas el Ayuntamiento presentamos una propuesta que ampliaba la moratoria de ruidos conscientes con que hay que conciliar la vida de los vecinos con unos horarios y Villacís votó a favor. Sin embargo, la Junta de Gobierno de la que forma parte vota en contra. Aquí es Villacís la que tiene que tener una reunión con MADO y explicar qué es lo que ha pasado y por qué no tiene ninguna capacidad dentro del Ayuntamiento del que es vicealcaldesa de hacer valer su opinión", expresa.

En la misma línea se muestra el presidente del grupo parlamentario de Más Madrid en la Asamblea, Eduardo Rubiño, preguntado por este medio: "Almeida está en una carrera por cargarse el Orgullo, recuerda a los peores tiempos de Ana Botella. Es un sectarismo ideológico absoluto que no reconoce que el Orgullo es una de las señas de identidad de la ciudad. Es muy grave que el alcalde tome una decisión como esta y esperamos que rectifique inmediatamente porque los madrileños se lo harán pagar caro. Madrid quiere el Orgullo, Madrid participa en el Orgullo todos los años y no van a permitir que ocurra una cosa como esta". 

"Es una pérdida incalculable", reconoce sobre los perjuicios que puede ocasionar en Madrid. "Es una seña de Madrid y atrae a cientos de miles de personas. Tiene un impacto impresionante aparte de ser un lugar de reivindicación. Si Madrid sigue por esta senda nos encontraremos con que los organizadores decidan llevarse la manifestación estatal a otras ciudades y sería terrible para nosotros", comenta al respecto. Por su parte, la portavoz de Más Madrid en el consistorio, Rita Maestre, explica que "es incomprensible que el alcalde de la ciudad en donde se celebra el mayor Orgullo de Europa intente boicotearlo en vez de cuidarlo y potenciarlo". "Afianzar la imagen de Madrid en el exterior también es defender el Orgullo".

Más dura es todavía la portavoz del Grupo Mixto, Marta Higueras, que en declaraciones a ElPlural.com señala directamente como "culpables" al alcalde de la capital, la vicealcaldesa, Begoña Villacís, y el delegado de Medio Ambiente y Movilidad del consistorio, Borja Caravante. "Les puede tanto la LGTBIfobia que son capaces de comprometer 300 millones de euros de beneficio para la ciudad", expresa avisando que lleva semanas avisando de que se iba a producir esta situación.  "Este año tendremos un orgullo todavía más reivindicativo y llenaremos las calles y las plazas al grito de 'Basta ya'", afirma tachando la decisión política de "LGTBIfobia institucional".