Este lunes, 11 de septiembre, han tenido lugar un gran número de marchas por el día de la Diada. En el caso concreto de Barcelona, la Guardia Urbana ha cifrado en 115.000 personas los asistentes a la manifestación de la ANC, 35.000 menos que en 2022. Y es en esta ciudad donde han quemado la imagen de Pere Aragonès y Jaume Collboni, pero también de Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, concretamente en la manifestación de la Izquierda Independentista, que agrupa a la CUP, el Arran y el Sindicato de Estudiantes de los Países Catalanes (Sepc), entre otras organizaciones. Cabe recordar que las manifestaciones en Barcelona han transcurrido en cuatro columnas hasta encontrarse en la plaza de España (o como la llaman los independentistas, plaza del 1 de octubre).

La movilización la han encabezado miembros de las entidades convocantes, como Sepc, Coordinadora Obrera Sindical y Alerta Solidaria, y ha marchado bajo el lema ‘Somos un pueblo en lucha, somo Països Catalans”.

Lo duro de la marcha ha llegado cuando cinco encapuchados han quemado una gran imagen boca abajo del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni. Ha sido hacia las 19:10 horas cuando han rociado la imagen con alcohol y han quemado la imagen de los políticos entre el paseo Lluís Companys y la calle Comerç. También han tratado de impedir algunas personas que los medios gráficos capturan el momento. No obstante, al final de la marcha, también han quemado grandes fotos del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (PSOE); el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo; el cabeza de lista de Vox al Congreso por Valencia, Carlos Flores, y la consejera de Salud de Baleares, Manuela García.

El independentismo, en mínimos históricos

Según el último sondeo (se publican tres a lo largo del año) publicado por el Centre d’Estudis d’Opinió -CEO, por sus siglas-, el ‘no’ a la independencia reúne al 52% de los ciudadanos que viven en Cataluña (máximo desde, al menos, 2015). Por su parte, los favorables a la independencia se sitúan en el 42%, mientras que un 6% de los encuestados no sabe qué contestar.

Desgranando en profundidad este barómetro se encuentran, además, varios datos interesantes. Cuando el CEO pregunta por las actitudes frente a la independencia, solo un 10% se posiciona a favor de la independencia unilateral, siendo este dato superado por quienes apuestan por la unidad de España sin negociaciones, referéndums ni pactos. En la vía del diálogo también resiste la unidad nacional como opción predilecta: concretamente, un 30% de los encuestados cree que la forma de solucionar el conflicto sería con la consecución de la independencia de forma pactada con el Gobierno central; por el contrario, el 32% cree que lo mejor sería lograr la unidad de España de una forma consensuada entre administraciones.

Els Segadors, el himno de Cataluña

En este día tiene especial relevancia el himno catalán, Els Segadors, de Emili Guanyavents y muy político y reivindicativo. Esta canción es el resultado de un romance de noticias para llamar al pueblo catalán a luchar y cuenta las desdichas en Cataluña de los tercios del Conde Duque de Olivares, amén de la sangrienta entrada de los segadores en Barcelona durante el Corpus de Sangre –como se conoció posteriormente a ese Corpus Christi -.

En mayo de 1640 se llevó a cabo un alzamiento generalizado del pueblo de Cataluña contra la movilización de los tercios y la permanencia de estos dentro de las poblaciones. Sirviendo como ejemplo, los habitantes de San Feliu de Pallarols y Santa Coloma de Farnés, entre otros, se negaron a abrir las puertas de sus casas para albergar a ningún miembro del ejército. Esto tuvo represalias sangrientas, que desembocarían días después en un ágil levantamiento de los ciudadanos y campesinos catalanes.

Los segadores, que no sólo luchaban contra las exigencias del monarca sino también contra el régimen señorial catalán, fueron casi los principales protagonistas de esta revuelta. Uno de ellos quedó herido en un incidente el 7 de junio en la calle Ample de Barcelona, lo que provocó que se incrementaran las revueltas del Corpus de Sangre. Esta también considerada guerra civil, por lo anteriormente expuesto, dejó entre 12 y 20 muertos – el virrey y funcionarios reales en su mayoría -. Las revueltas marcaron el inicio de la sublevación de Cataluña o Guerra de los Segadores.