La derecha catalana se la juega. En sus horas más bajas, con Quim Torra en el foco de la crítica y en estado absolutamente crítico, JxCAT quiere dar un golpe de efecto y devolver el prestigio a su candidatura. Artur Mas piensa en que no hay nadie mejor que Pep Guardiola para mantener a su partido en lo más alto y amortiguar el ascenso de ERC.

Según publica El Confidencial este lunes, Artur mas considera que el técnico del Manchester City es la persona idónea para convertirse en el relevo de un desgastado Quim Torra y mantener al PDeCAT como el principal líder del movimiento independentista con una figura tan representativa como la de Pep Guardiola.

El 12 de septiembre de este mismo año, en una entrevista concedida a Los desayunos de TVE, Artur Mas ya deslizó que manejaba algún que otro nombre sin experiencia en el ámbito político. “Tengo un candidato en la cabeza, alguien que no tenga tanta tradición política”. Una descripción a la que se amolda perfectamente el ex entrenador del Barcelona.

El Confidencial cita a fuentes de la vieja guardia convergente y del entorno de empresarios independentistas con vínculos con el FC Barcelona, como Tatxo Benet de Mediapro. No obstante, el citado medio no ha obtenido confirmación alguna del propio Artur Mas o del Manchester City-.

Este sector de la antigua del PDeCAT quiere romper cualquier tipo de nexo de unión con Carles Puigdemont. Sus planes de un nuevo 155 en Cataluña no gustan a la cúpula y pretenden cercenar un liderazgo dependiente de lo que ocurra en Waterloo.

Según explican en El Confidencial, la carta que Mas tenía bajo la manga explicaría la ausencia del Tsunami Democràtic, que lleva varios días sin convocar alguna movilización. Desde el independentismo catalán deslizan que este movimiento ha dado un paso atrás para no enturbiar la figura de Pep Guardiola y desvincularlo de la violencia.

Primero, acabar la temporada

Pep Guardiola no tiene intención de alargar su relación con el equipo citizen. Considera, al igual que el club, que su vínculo con el Manchester City tiene fecha de caducidad y esa es el final de la presente campaña. El técnico prepara su regreso a Barcelona, tanto es así que su mujer y sus hijos ya están viviendo de nuevo en Cataluña.

No obstante, la operación de Guardiola no se va a producir de manera inmediata. El entrenador, según El Confidencial, no quiere dejar a medias la temporada y pretende acabarla y poner la guinda a un vínculo de cuatro campañas.

A priori la legislatura no se espera de larga de duración y se pone en tela de juicio que pueda extendenderse hasta el mes de junio. Por lo tanto, en este aspecto, la candidatura de Pep podría complicarse.