La asfixia de las arcas de la Generalitat no ha podido ser evitada y ha acabado, como dice el Corriere de la Sera, con el mito de la Cataluña rica y autonomista. Y ha acabado con otro tópico: las políticas de ajustes y de recortes de gasto no sirven para salir de la crisis. Los números cantan. A pesar de los recortes, los impuestos que recauda la Generalitat se han reducido en más de un 20% este mismo año –la mayoría provienen de la compra y venta de pisos- y el resto de la recaudación ha caído por encima del 6%. Por eso, los recortes son inútiles porque los ingresos no se reactivan. La deuda de la Generalitat asciende a 42000 millones de euros y los vencimientos previstos para este año –el nudo gordiano que asfixia al gobierno- suben a 5775 millones. Por cierto, a pesar de pedir el rescate Mas no ha convocado elecciones, como había amenazado en repetidas ocasiones.

"Salida a la crisis y al déficit"
El presidente catalán ha presentado hoy el pacto fiscal en el Parlament de Catalunya como "una salida a la crisis y al déficit". O sea, una Cataluña mejor financiada no tendría que recurrir al rescate ni pasaría por las horcas claudinas de la crisis en las mismas condiciones que ahora. Artur Mas plantea así el pacto fiscal como la solución. Pero la solución pasa por las negociaciones con un gobierno de España que no está por la labor. Por eso, añade, la respuesta del gobierno central marcará “las relaciones entre Cataluña y España”. Para Mas, sólo la mitad del Pacto Fiscal dejaría a Catalunya en déficit cero.

El PSC se abstiene en la Agencia Tributaria Propia
Los nacionalistas catalanes han conseguido el apoyo al grueso de su propuesta con la abstención del PSC en la Agencia Tributaria Propia. Así, los socialistas catalanes evitan un choque frontal con el PSOE. El documento final solo prevé la colaboración con otras administraciones. En definitiva, el pacto fiscal saca a Cataluña del régimen común. No lo sitúa en el concierto vasco o navarro, pero se queda muy cerca. Por eso, los populares han dicho no y han dejado entrever que ahora Mas no contará con un salvavidas gratuito a sus políticas en un Parlament en minoría.

Punto apoyando los recortes retirado
El acuerdo del Parlament contempla la solidaridad con el resto de las CCAA preservando que la renta per cápita de los catalanes no pierda posiciones en el ranquin conjunto y que esta solidaridad catalana sea destinada a políticas de bienestar. El documento final tampoco incluye la cuantificación del déficit fiscal histórico y ha sido retirado el punto de pacto social porque el redactado pretendía dar apoyo a la política de recortes de la Generalitat. Ante la amenaza de IC y ERC de votar en contra el punto ha sido retirado.

Un gesto que puede quedar en nada
Con el Pacto Fiscal aprobado, Mas ha conseguido sacar adelante su propuesta electoral. Un pacto fiscal que sea la solución a los problemas de Cataluña. Ahora tocará negociar con Rajoy. El presidente catalán lo hará en septiembre. Sin embargo, Mas y el Parlament de Cataluña no tienen en cuenta que España puede estar intervenida en septiembre. Que en septiembre Rajoy puede no ser el presidente del Gobierno. Que en septiembre la UE puede haber impuesto medidas, políticas y económicas, que den al traste de inicio a cualquier negociación. Que en septiembre, en definitiva, veamos lo ocurrido hoy en el Parlament como un acto más de una opereta de baja estofa.