Durante todo el desafío independentista catalán sus promotores han mirado al extranjero para intentar internacionalizar el proceso buscando apoyos y señalando a otros referéndums de independencia. Ahora, además, han encontrado inspiración para sus urnas.

Y es que las presentadas este viernes por la Generalitat para la celebración del 1-O son similares, cambiando el color, a las que esta misma semana se utilizaron en el referéndum de independencia del Kurdistán iraquí. Rectangulares, de plástico translúcido con la tapa de color, en el caso kurdo azul y en Cataluña negro, y con cuatro bridas para sellarla.

El referéndum kurdo llegó a la actualidad catalana el pasado domingo cuando Jordi Évole le recordó en su entrevista a Carles Puigdemont que su partido había votado en contra de esta consulta en 2014. Aunque la pregunta entrañaba algún matiz, provocó que el referéndum independentista en Iraq sirviese a los catalanes como acicate a sus pretensiones.

Pocos días después, el propio Puigdemont a través de su cuenta de Twitter felicitó al presidente del Kurdistán Iraquí, Masud Barzani, por la celebración del referéndum y le deseó mutuamente “otros grandes éxitos”.