El pasado viernes el President de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, anunció, por fin, la fecha y la pregunta del referéndum sobre la independencia. Será el domingo 1 de octubre y se deberá responder a la pregunta: ¿Quiere que Cataluña sea un estado independiente en forma de república?  Ahora nos quedan largos meses de enfrentamiento entre el gobierno de Rajoy y el de Junts pel sí, los primeros luchando por impedir la celebración de la consulta y los segundos, como es lógico, por lo contrario. 

Pero este desgaste, tanto mental como económico, se podría evitar si dejáramos de una vez de hacernos los racionalistas y nos abandonáramos a los nuevos tiempos, en los que la razón y el conocimiento están siendo sustituidos por la magia. Rac1, la emisora de radio abanderada de los postulados independentistas en Cataluña, nos dio el mismo día de la solemne declaración de Puigdemont la solución al problema. En vez de recurrir a las ya manidas declaraciones de los expertos de siempre, prefirió, en uno de sus programas estrella, consultar al vidente Sandro Rey sobre las posibilidades del Referéndum. El jerezano, que reconoció ser un "independentista total", no tuvo duda alguna en su predicción: "El referéndum será un éxito y ganará el sí". Ya ven, de un plumazo nos podemos ahorrar unas decenas de millones de euros en urnas y otros gastos y, de paso, nos evitamos las cansinas declaraciones y postureos de unos y otros.

Y lo que sirve para la política sirve exactamente igual para otros aspectos de nuestra sociedad. Esta misma semana, otra mente privilegiada como la de Javier Cárdenas, nos enseñó en su programa radiofónico cómo ahorrar millones de euros en investigación científica. El Castelar de los medios audiovisuales dijo, desde la autoridad que le conceden sus doctorados en virología y psiquiatría, que las vacunas son las causantes de la "epidemia" de autismo que azota el mundo. Así que basta con suprimirlas para acabar, sin mayor esfuerzo, con este trastorno que afecta a millones de personas en todo el planeta. 

Dije en un párrafo anterior que deberíamos abandonarnos a los nuevos tiempos, pero a poco que hayan leído algo más que Cárdenas o Sandro Rey, es decir, que hayan leído, se habrán percatado que los nuevos tiempos de ahora son de segunda mano, ya lo fueron en las épocas más oscuras de la historia del hombre. La tendencia por simplificar lo que no son capaces de entender es algo inherente a los cerebros más obtusos. Pero como dice el refrán: hasta un reloj parado tiene razón dos veces al día, así que ¿nos atrevemos a intentarlo?