Música y poesía. Nada de parlamentos. El Ayuntamiento de Barcelona se ha encargado de organizar un acto de recuerdo y homenaje a las víctimas del atentado yihadista del 17 de agosto de hace un año. Ada Colau prevé que sea emocionante y contenido. Antes, la alcaldesa se habrá reunido con familiares o víctimas directas en el Ayuntamiento, donde estará acompañada del resto de líderes municipales.

Está prevista la asistencia de todas las máximas autoridades del Estado, encabezadas por el jefe del Estado. En esta ocasión, el independentismo se mantiene al margen de las protestas, alentadas el año pasado desde la misma Generalitat, aprovechando las entidades soberanistas. El procés estaba a punto de su culminación y un hecho no previsto no podía alterar los planes de los independentistas. El Govern de la Generalitat realizará una ofrenda floral en la Rambla antes de acudir al acto oficial. ANC y Òmnium ya han expresado que no protestarán como hace un año.

Ahora, un año después, Barcelona se paralizará solo media hora. El Cant dels Ocells, una pieza musical de gran belleza y que se utiliza mucho en recuerdos fúnebres, abrirá el acto.

Después, se leerán poemas en siete idiomas. Cuatro piezas musicales cerrarán el acto. El lugar elegido es la plaza Catalunya, el kilómetro cero de Barcelona, al inicio de las Ramblas. Los políticos estarán separados de la ciudadanía, como es habitual. En 30 minutos habrá finalizado el acto institucional. No obstante, las delegaciones se acercarán a la Rambla a depositar flores en el mosaico de Joan Miró, lugar que quedó frenada la furgoneta.