Esta mañana, en el Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona se ha presentado “La Estrategia de lucha contra la pobreza infantil de Barcelona 2025-2030” con la presencia de todos los agentes implicados en la elaboración de esta hoja de ruta.

La estrategia se dota con 607 millones de euros y sitúa a esta lucha como una prioridad absoluta para la ciudad, porque invertir en políticas estructurales destinadas a la infancia tiene un alto retorno social.

El encuentro de hoy es la culminación de un trabajo compartido impulsado por el gobierno, que ha contado con la implicación de las gerencias e institutos municipales, los grupos municipales, la Generalidad de Cataluña, la Diputación de Barcelona, las entidades del Tercer Sector, los colegios profesionales, los espacios de participación del Ayuntamiento y distintos expertos y académicos. En todo este proceso se ha recogido también la voz de los niños y niñas a través de los espacios de participación de la infancia que tiene la ciudad, como el programa Hablan los niños y la Agenda de los Niños, a través de la cual los niños han pedido “que todo el mundo tenga lo que necesita para vivir” y “que todos los niños tengamos lo que necesitamos para la escuela”.

Se trata pues de un amplio marco de acuerdo, de una estrategia ambiciosa y transversal, que tiene como objetivo generar un modelo de ciudad integral para la lucha contra la pobreza infantil, un fenómeno estructural que mantiene la tendencia al alza (el porcentaje de niños de 0 a 17 años que se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social, se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social), se sitúa en la tasa de pobreza o exclusión social.

El consistorio se compromete en esta hoja de ruta a trabajar e implementar políticas suficientemente eficaces para hacer frente a la pobreza infantil y al mismo tiempo reclama la acción y la coordinación con otras administraciones, porque el abordaje del fenómeno sobrepasa las competencias municipales. Es necesaria una respuesta global para abordar la complejidad de una problemática estructural. En este sentido, Barcelona se alinea con distintos marcos legales y otros planes y estrategias, entre las que destaca la Garantía Infantil Europea, y los marcos estatal y catalán. Se comparten retos comunes con la Estrategia catalana de lucha contra la pobreza infantil, recientemente aprobada, con un espacio de diálogo y trabajo compartido.

Para el alcalde, Jaume Collboni, "la lucha contra la pobreza infantil es uno de los mayores retos que tenemos como ciudad y sociedad". El Alcalde ha agradecido la implicación a todos los agentes y ha remarcado el carácter de "pacto de ciudad" que tiene la estrategia, porque "hay consenso, hay escucha, hay trabajo conjunto".

La teniente de alcaldía, Raquel Gil, ha señalado el "salto cualitativo y cuantitativo en las políticas públicas dirigidas a garantizar los derechos de los niños y adolescentes, especialmente aquellos que viven en situaciones de vulnerabilidad."

La comisionada de Acción Social, Sonia Fuertes, ha puesto en valor también la importancia de "dotar la estrategia de una gobernanza participativa que vele por el despliegue, y promueva espacios de reflexión colectiva para avanzar en los objetivos compartidos".

Estrategia transformadora para incidir en la protección social, la primera infancia, la educación, el ocio, la salud y la vivienda

El Instituto Infancia y Adolescencia de Barcelona ha sido el encargado de elaborar el texto y de coordinar técnicamente el proceso de trabajo, que ha contado con una diagnosis cuidadosa que se ha realizado a partir de estudios previos y de un informe del instituto Territorio metropolitano sobre las condiciones de vida de los niños en la ciudad.

La Estrategia no parte de cero, hay mucho recorrido realizado en este ámbito en la ciudad de Barcelona, desde la administración y de trabajo compartido con las entidades. A partir de todo el conocimiento generado por la investigación y el conocimiento acumulado por todos los agentes que trabajan en la reducción de la pobreza, se han establecido los retos y objetivos de la estrategia de Barcelona que se estructura en cinco ejes alineados con la estrategia catalana y europea.

La hoja de ruta hace hincapié en el carácter multidimensional de la pobreza, señala con una mirada interseccional las diferentes desigualdades que interactúan y se marca el objetivo de abordar todos los ámbitos de la vida del niño y trabajar de forma transversal desde las diferentes áreas del Ayuntamiento, en coordinación con los demás agentes y administraciones.

La estrategia pone el foco en la definición de pobreza que considera que es necesario que los niños y adolescentes puedan participar en las actividades cotidianas de las sociedades en las que viven para conseguir desarrollar realmente sus capacidades.

Con este marco conceptual, se han fijado ejes de trabajo complementarios, con 33 objetivos y 56 actuaciones y un presupuesto global estimado por cada ámbito.

  • Eje 1. Protección social de la infancia y la adolescencia. 177 M €
  • Eje 2. Educación y crianza de la primera infancia. 36 M €
  • Eje 3. Educación, ocio y comunidad. 174 M €
  • Eje 4. Salud y alimentación. 61 M €
  • Eje 5. Vivienda y espacios adecuados. 159 M €

Eje 1. Protección social de la infancia y la adolescencia

Entre los objetivos está mejorar la prestación de urgencia social por familias con niños a cargo , los Fondos de infancia 0-16, extendiendo las ayudas a las familias con niños con discapacidad, y facilitar la información y los trámites de las prestaciones en el ámbito de la infancia en coordinación con las demás administraciones.

Esta ayuda de la ciudad contribuye a la reducción de la pobreza infantil: 1 de cada 10 niños y adolescentes se beneficia (8,7%). Para este año las ayudas se han dotado con más de 14,5 millones de euros.

Otro de los objetivos en este ámbito es el de promover la conciliación de la vida personal y laboral facilitando el tiempo de respiro de las familias y el ocio de calidad de los niños con programas como 'Tiempo para ti' que propone actividades de ocio para personas con discapacidad, o el 'CONCILIA' un servicio para la conciliación de la vida laboral, familiar y personal de las personas.

Se estudian también nuevas acciones para facilitar el empleo de familias con niños a cargo y personas jóvenes, teniendo en cuenta que la reducción de la pobreza laboral contribuye a romper el círculo de la precariedad y garantizar unas condiciones de vida dignas.

Eje 2. Educación y crianza de la primera infancia

Las intervenciones en la etapa 0-3 y la atención global en la primera infancia son una de las medidas más efectivas para mitigar la pobreza infantil. Estas actuaciones son primordiales para cambiar trayectorias vitales de estos niños y evitar su pervivencia en una pobreza prolongada. Por eso se quiere incrementar la oferta del servicio de guardería municipal, mejorando la tasa de escolarización de los niños de 2 a 3 años, haciendo especial especial atención a la detección y atención precoz de necesidades, ya la atención a los niños con discapacidad con la mejora también de la accesibilidad a las escuelas así como reforzar la vertiente comunitaria y de apoyo entre familias.

Eje 3. Educación, ocio y comunidad

La desventaja económica impide la participación efectiva de los niños y niñas en actividades sociales y de ocio, actividades deportivas o culturales y extraescolares. De ahí que sea otro de los objetivos facilitar el acceso a las actividades extraescolares deportivas y culturales, y unificar las campañas para simplificar la tramitación de las ayudas a las familias, velando por la inclusión de los niños con necesidades educativas especiales.

La estrategia pone en valor programas específicos como son la Campaña de vacaciones de verano (CVE) del departamento de Promoción de la Infancia, los Casals de verano Baobab del Pla de Barris o el Verano adoles100! del área de Juventud para garantizar que cualquier niño y niña en situación de vulnerabilidad social pueda disfrutar de actividades actividades de verano como ya hace el Instituto Municipal de Personas con Discapacidad (IMPD).

Otra de las medidas se centra en evitar la segregación y fomentar la igualdad de oportunidades en los centros educativos. Asegurando la gratuidad de la enseñanza y la supresión de aportaciones económicas por parte de las familias como factor de desigualdad, así como dotar a los centros de herramientas para la comprensión y la atención de la diversidad social del alumnado.

Proporcionar atención continua a los jóvenes migrantes y sus familias, es también una de las acciones que se quieren potenciar, un trabajo que debe ayudar a hacer efectivo el principio de igualdad, garantizando un trabajo eficiente y coordinado en los territorios.

Eje 4. Salud y alimentación

La pobreza afecta negativamente a la salud, y de forma significativa a la salud mental, ya que los hogares en situación de pobreza están especialmente expuestos a situaciones de estrés crónico. De ahí que se marque como objetivo el despliegue de unos servicios universales e integrados que ofrezcan soporte integral a las familias para la mejora de su bienestar emocional y que se concrete en un servicio de acompañamiento psicoemocional y educativo a adolescentes, jóvenes y sus familias.

Se hace hincapié en facilitar la valoración, el diagnóstico y el tratamiento individual de las dificultades o trastornos del aprendizaje a los niños y adolescentes de familias sin recursos.

La estrategia subraya al mismo tiempo la importancia de mantener las ayudas comedor, con menús más sanos y sostenibles, y contemplar el espacio de mediodía como espacio educativo inclusivo. En este campo también se potencian los programas integrales de salud y alimentación en la escuela con propuestas de sensibilización y educación enfocadas a la toma de buenas decisiones alimentarias por parte de niños y familias ya la prevención y abordaje de la obesidad infantil.

Eje 5. Vivienda y espacios adecuados

Introducir la mirada de infancia y adolescencia en el nuevo Plan de vivienda de Barcelona 2026-2033, en los tres ejes orientados a universalizar el derecho a la vivienda, rehabilitar y mejorar las viviendas, y atender a la vulnerabilidad.

En este ámbito es necesario impulsar también el acompañamiento de las familias afectadas por un proceso de desahucio, a través del protocolo de familias y niños que sufren inseguridad residencial, una actuación que ya aborda el Servicio de intervención en situaciones de pérdida de la vivienda y ocupaciones (SIPHO).