Carles Puigdemont ha lanzado un torpedo a la línea de flotación de su propio partido, el PDeCAT. A cuatro días de la asamblea que tiene que reformular ideológicamente el partido heredero de Convergència y elegir una nueva dirección, Puigdemont se saca de la manga un "movimiento" político, básicamente reformulando Juntos por Cataluña, partido que ya está registrado al Ministerio de Interior por la actual dirección del PDECAT. Dice que quiere aglutinar todo el independentismo político y social. Pero ya ha recibido la negativa de ERC y de Demócratas y el silencio de la CUP. A su lado, una mayoría de los 135 candidatos de JxCAT el 21 de diciembre. Y la Assemblea Nacional (ANC) también lo ve bien. La asamblea del PDeCAT del próximo fin de semana pondrá las cosas en su lugar. Tendrá que mirar si acepta esta OPA, diseñada por Agustí Colomines, o bien deja de banda Puigdemont y sus legitimistas.

La idea del expresidente, aceptada por su sucesor, Quim Torra, con quien se ha visto domingo y lunes en Alemania, tendría que servir para unir bajo el mismo paraguas los neoconvergentes, poniendo en primera línea la exsocialista Ferran Mascarell (coordinador, también, de la ponencia política del PDeCAT) como uno de los grandes ideólogos, y al excomunista Antoni Morral, siempre con un papel protagonista en los actos de JxCat.

El manifiesto ha sido leído por Mascarell y la diputada Gemma Geis bajo la atenta mirada de Puigdemont vía telemática. Finaliza con cinco breves compromisos: el primero es el despliegue de la estrategia para convertir Cataluña en una república. En segundo lugar, quiere constituir un "movimiento que será un partido donde tengan cabida los catalanes que quieren una república"; este partido será plural ideológicamente; en cuarto lugar, propone listas unitarias por las elecciones municipales y, finalmente, asegura que se disolverá el mismo día de la instauración de la república. Puigdemont, con todo el tiempo del mundo en Alemania, rechazó la oferta de Marta Pascal para ser el presidente del PDeCAT con la excusa que se tenía que dedicar a su defensa jurídica. Además, hacer un movimiento que se convierta en partido político ya lo ha hacer Jordi Pujol cuando fundó CDC el 1974, partido al cual Puigdemont ha militado siempre hasta la conversión en el PDeCAT.

Puigdemont tiene a su lado Josep Rull, Jordi Turull y Jordi Sánchez, quien en su carta manuscrita leída por Morral, deja claro que no se trata de refundar ningún partido, sino de hacer uno de nuevo. Esto no se ajusta con el propio manifiesto, cuando hace un llamamiento a todo el mundo integrarse en el nuevo movimiento, que todo indica que sólo estará formado por los seguidores de Puigdemont, con Quim Torra al frente, y poco más. El que quizás los estrategas puigdemontistas todavía no han previsto es una eventual escisión dentro del mundo neoconvergente. Cuando hay dos proyectos muy diferenciados suelen acabar con rupturas.