Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta de Castilla y León, fue víctima de su propia gestión este miércoles al ser rechazado por los bomberos, que mientras le daban la mano a los reyes en su visita a las zonas afectadas por los incendios en Zamora y León, le negaron el saludo a él por el abandono y los desprecios que sufren por los recortes en la inversión forestal de su Ejecutivo. Tras este episodio, la Junta de Castilla y León ha salido en defensa de su presidente, aunque se ha olvidado del consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, que lleva sin dar la cara desde el 11 de agosto, cuando salió a jactarse diciendo que tenía “la mala costumbre de comer” para justificar estar en una feria gastronómica en Gijón mientras su pueblo ardía.
El portavoz de la Junta de Castilla y León, Carlos Fernández Carriedo, ha señalado que situaciones como la negativa de bomberos forestales a saludar al presidente son “cosas que ocurren a los políticos que dan la cara”, destacando a su vez que el Ejecutivo está dispuesto a “asumir las críticas”.
“Estas cosas les ocurren a los políticos que dan la cara, a los que están con los problemas de la gente, que se acercan a aquellos ciudadanos que sufren. En algunas ocasiones recibes palabras de ánimo y estímulo, y en otras quejas por dificultades que existen”, ha subrayado.
Además, Fernández Carriedo ha definido a Mañueco como una persona “muy educada, que saluda y respeta a todo el mundo”. Pero estas palabras contrastan con la propia actuación de la Junta de Castilla y León con su consejero de Medio Ambiente, que lleva escondido en plena oleada de incendios en la comunidad desde el tercer día de la crisis.
A partir del 11 de agosto, tres días después del comienzo de la oleada de incendios en la comunidad y día en el que justificó su presencia en la Feria Gastronómica de Gijón mientras su región ardía alegando que tenía “la mala costumbre de comer”, Castilla y León no ha vuelto a ver a Suárez-Quiñones.
El consejero de Medio Ambiente está desaparecido completamente de la esfera pública después de esas desafortunadas declaraciones y han sido Alfonso Fernández Mañueco y Carlos Fernández Carriedo los que han asumido la gestión de la emergencia.
De hecho, Quiñones ni siquiera ha asistido a las reuniones sobre el plan de recuperación y reconstrucción de las zonas afectadas por los incendios, una ausencia que Mañueco ha justificado alegando que prefiere que su consejero “se vuelque en la gestión del operativo”.
Pero la ausencia no es casual, ya que la hemeroteca persigue a este consejero de Mañueco. Fue en 2018 cuando aseguró que “mantener el operativo de incendios todo el año es absurdo y un despilfarro”, y las consecuencias de las décadas de recortes del Partido Popular en prevención de incendios han salido a la luz, calcinando en el mes de agosto más de 140.000 hectáreas.