Carlos Loriente, sacerdote perteneciente a la archidiócesis de Toledo, que fue detenido el pasado 22 de septiembre en Torremolinos, Málaga, por posesión de sustancias estupefacientes, ha sido puesto en libertad provisional. La decisión fue emitida por el Juzgado de Instrucción número 5 de la localidad, según confirmaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).

El clérigo, que compareció ante la justicia el martes, optó por no prestar declaración y deberá presentarse ante el juzgado cada vez que sea requerido. Se le investiga por la presunta comisión de un delito contra la salud pública, específicamente relacionado con sustancias que pueden causar grave daño a la salud. Las autoridades incautaron en su poder diversas cantidades de diferentes sustancias, como cocaína rosa, cuyo volumen total excedía la cantidad considerada para el autoconsumo, además de juguetes sexuales.

La investigación continúa su curso en el mismo juzgado que estaba de guardia al momento de la detención y puesta a disposición judicial del investigado. Actualmente, se está a la espera de los resultados del análisis de las sustancias incautadas.

Detalles de la detención

La Policía Nacional de Torremolinos arrestó al sacerdote en la madrugada del 22 de septiembre, cuando este fue sorprendido con una decena de papelina que contenían diversas sustancias estupefacientes. Durante una identificación rutinaria, la Policía Nacional interceptó el coche y halló en su interior una cantidad relevante de la citada sustancia estupefaciente, compuesta por una mezcla de MDMA y otros componentes psicoactivos, conocida como ´tusi´.

Según informaciones preliminares, el sacerdote había alquilado un apartamento vacacional en Torremolinos, un destino LGTBI y de libertad sexual muy reconocido en el conjunto del país, junto con varios jóvenes, donde presuntamente estuvieron consumiendo drogas. De hecho, otras tres personas fueron detenidas

Según el diario 'SUR', la intervención policial se originó tras una denuncia por escándalo público protagonizado por uno de los acompañantes del sacerdote. Los agentes de la Policía Nacional, al llegar al lugar, encontraron las sustancias ilícitas. Este incidente ha provocado una profunda consternación tanto en la comunidad religiosa como en la sociedad en general.

Reacción del Arzobispado de Toledo

El Arzobispado de Toledo confirmó la detención del sacerdote perteneciente a su archidiócesis. En un comunicado emitido el martes, la institución eclesiástica lamentó "profundamente" los hechos que llevaron a la detención y reprobó "cualquier conducta delictiva que presuntamente hubiera podido cometer" el sacerdote. Además, expresaron su "plena confianza" en la justicia y, aunque consideran que "la responsabilidad de los hechos corresponde al ámbito personal del detenido", manifestaron su disposición a "colaborar" con las autoridades judiciales.

El Arzobispado de Toledo ha iniciado una investigación interna y ha suspendido cautelarmente al sacerdote de sus funciones ministeriales y de su oficio. Esta medida busca garantizar la transparencia y la correcta administración de la justicia dentro de la institución religiosa. Cabe destacar que la Archidiócesis se vio obligada a actuar después de que las primeras informaciones apuntaran a Álvaro García Paniagua, rector del Seminario Mayor, como responsable.

Medidas adoptadas por la Diócesis de Málaga

La Diócesis de Málaga también se pronunció oficialmente sobre el caso, comunicando que el clérigo "ha sido apartado cautelarmente del ejercicio del ministerio y de su oficio por el Arzobispado de Toledo". Esta decisión subraya la gravedad de las acusaciones y la determinación de las autoridades eclesiásticas de tomar medidas inmediatas ante la situación.

La colaboración entre las diócesis de Toledo y Málaga es fundamental para esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades correspondientes. La comunidad espera que la investigación judicial avance con celeridad y que se haga justicia en este caso que ha afectado la imagen de la Iglesia.