El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha arremetido duramente contra el presidente valenciano, Carlos Mazón, y contra el líder del PP en la región, Paco Núñez, por lo que considera un ataque frontal a los intereses hídricos de la comunidad y una "ofensa enorme" a los regantes castellanomanchegos que llevan décadas sufriendo las consecuencias del trasvase Tajo-Segura.
Durante su intervención en el Debate sobre el Estado de la Región, García-Page ha defendido con contundencia que Castilla-La Mancha no despilfarra agua y ha calificado de "insulto" las acusaciones vertidas por Mazón, quien en las últimas semanas ha asegurado que la región "tiene el grifo abierto" mientras el Levante sufre restricciones.
"Insultar a los regantes de Castilla-La Mancha, que venimos padeciendo la herida, la lacra del trasvase, acusando de tener el grifo abierto en la región, me parece una ofensa enorme", ha señalado el presidente autonómico, subrayando que estas palabras solo pueden venir de quienes no comprenden la gravedad de la crisis climática ni la necesidad de reducir los trasvases y apostar por la desalación como solución técnica y sensible.
"Nadie va a entender que usted haya firmado un acuerdo por el agua con Murcia"
En este contexto, García-Page ha lanzado un mensaje directo a Paco Núñez, a quien ha exigido explicaciones por haber firmado la llamada "Declaración de Murcia", un documento suscrito junto a los presidentes del PP en Murcia, la Comunitat Valenciana y Andalucía en defensa del trasvase Tajo-Segura. "Espero una aclaración, señor Núñez. En esta región nadie va a entender que usted haya firmado un acuerdo por el agua con Murcia", un documento que echa por tierra la otra firma, la del Pacto del Agua, ha advertido.
El presidente castellanomanchego ha reprochado al líder popular su doble discurso, asegurando que resulta incompatible defender en Castilla-La Mancha un modelo de gestión del agua basado en la prioridad de la cuenca cedente, mientras en Murcia firma un manifiesto que considera el trasvase "insustituible". "¿Cómo se puede firmar en Murcia con todos los dirigentes del PP diciéndole sí, guana, a su jefe, que el trasvase es insustituible? ¿No es insustituible por la desalación? ¿Dónde está engañando, aquí o allí?", se ha preguntado García-Page con ironía.
El jefe del Ejecutivo regional ha insistido en que Castilla-La Mancha ha sido la gran perjudicada por el trasvase Tajo-Segura y ha recordado que, mientras en el Levante presumen de explotaciones intensivas, la región apenas cuenta con la mitad del regadío y del aprovechamiento que ellos disfrutan. "Vamos a tener 25.000 hectáreas más de regadíos y vamos a buscar seguir ampliando, porque a pesar de ser una comunidad enorme, tenemos la mitad de aprovechamiento que los que se aprovechan del trasvase. No es posible. Al menos, que tengamos lo mismo", ha reivindicado.
Situación extrema de los pueblos de la cabecera del Tajo
García-Page también ha puesto como ejemplo la situación extrema de los pueblos de la cabecera del Tajo, donde durante años se han tenido que suministrar cisternas de agua en verano por falta de recursos, una realidad que contrasta con el modelo de despilfarro hídrico del Levante, alentado —ha dicho— por dirigentes del PP que anteponen intereses partidistas a los derechos de Castilla-La Mancha.
"¿Cómo se puede acusar de despilfarrar agua a una región que ha tenido pueblos de la cabecera del Tajo sin agua en verano, recibiendo camiones cisterna?", ha denunciado.
Con estas palabras, el presidente autonómico ha vuelto a marcar distancias con el discurso del PP, defendiendo que Castilla-La Mancha no puede seguir siendo la región sacrificada en un modelo hídrico desequilibrado y obsoleto. Frente al negacionismo de Mazón y la ambigüedad de Núñez, Page ha reivindicado una política de agua basada en la sostenibilidad, la justicia territorial y la responsabilidad climática.