Este viernes, 27 de junio, la expresidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, regresará a Villar de Cañas (Cuenca) para participar en la clausura del foro "Medio Ambiente y Energía", una jornada promovida por el Ayuntamiento de la localidad. Su presencia no es casual. Vuelve al lugar donde durante su mandato como presidenta regional (2011-2015) impulsó uno de los proyectos más controvertidos de su carrera política, el Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares,, que fue duramente criticado por los riesgos que entrañaba para el entorno natural, la salud pública y la economía de la comarca.
La ubicación del ATC junto a acuíferos, cultivos, núcleos residenciales y espacios con protección ambiental provocó un aluvión de informes desfavorables, recursos judiciales y una oposición ciudadana creciente. La comunidad científica y varios organismos, incluidos sectores del propio Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), advirtieron de la inestabilidad geológica del terreno y del riesgo que suponía transportar residuos radiactivos por cientos de kilómetros hasta un entorno rural mal comunicado.
A pesar de ello, el Gobierno de Cospedal defendió el proyecto como una oportunidad para el desarrollo local, sin atender las voces que alertaban del impacto sobre el agua, la seguridad y la imagen del territorio. Según investigaciones periodísticas, como las publicadas por ElPlural.com, el ATC no solo supuso una imposición política, sino también una fuente de sospechas por adjudicaciones millonarias a empresas vinculadas al entorno de la propia dirigente popular. Años después, el balance es demoledor: alrededor de cien millones de euros públicos gastados, ni un metro construido y un pueblo convertido en símbolo del fracaso político y la temeridad institucional.
La jornada que clausurará Cospedal, junto a otros nombres vinculados al proyecto como Benjamín Prieto o Javier Dies, se abrirá con la ponencia “Las cuentas de la Energía y el ATC de Villar de Cañas”. También se celebrará una mesa sobre la nueva política energética europea, con presencia de académicos, expertos en energía nuclear y economistas.
Justo un año después de descartarse el proyecto de manera definitiva
El alcalde del municipio, Alejandro Pernías, ha justificado el acto como “un foro abierto de discusión”. Sin embargo, la elección de los ponentes y la presencia destacada de figuras políticas que defendieron el ATC cuestionan la neutralidad de la cita, que se produce justo un año después de que el Gobierno de España descartara definitivamente el almacén en Villar de Cañas en el marco del VII Plan de Residuos Radiactivos. El plan opta ahora por almacenes descentralizados en las propias centrales nucleares, en lugar de transportar los residuos por el país hacia una infraestructura sin garantías.
Villar de Cañas, declarado en su día Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), fue elegido para albergar el ATC sin consenso social ni criterios científicos sólidos. Y aunque el proyecto ha sido oficialmente enterrado, el regreso de Cospedal al pueblo donde quiso instalar residuos radiactivos a escasos metros de viviendas y aguas subterráneas vuelve a poner en primer plano un episodio que, para buena parte de Castilla-La Mancha, no fue una apuesta energética, sino una amenaza directa al territorio y a sus habitantes.