Nunca antes Castilla-La ManchaCastilla-La Mancha había contado con tantos recursos del Estado para construir su presente y asegurar su futuro. La región ha cruzado un umbral histórico de financiación pública que marca un antes y un después en su desarrollo. Las cuentas del Estado para el próximo año confirman que el Gobierno de España ha situado a Castilla-La Mancha en el centro de sus prioridades, rompiendo con años de infrafinanciación y olvido que lastraron su capacidad de crecimiento y cohesión social.

Así lo ha transmitido este miércoles la delegada del Gobierno de España en Castilla-La Mancha, Milagros Tolón, al anunciar que las entregas a cuenta previstas por el Ministerio de Hacienda para 2026 alcanzarán los 7.445 millones de euros. Una cifra inédita en la historia autonómica que supera ampliamente cualquier antecedente y que pone de manifiesto la transformación operada desde la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa. Porque no se trata solo de cantidades, sino del impulso político que las sostiene. Castilla-La Mancha ha recibido en estos siete años de gobierno socialista 12.491 millones de euros más que durante los siete años de presidencia de Mariano Rajoy. Un 41% de diferencia que no se explica sin una voluntad clara de reforzar el papel de esta comunidad en el engranaje del Estado.

Apuesta por el bienestar

La lectura reflejan un cambio de paradigma en la forma de entender la financiación autonómica y su vinculación directa con el bienestar de la ciudadanía. La apuesta del actual Ejecutivo por garantizar una distribución más equitativa de los recursos ha permitido que Castilla-La Mancha afronte con solvencia retos estructurales en educación, sanidad, empleo o servicios sociales. Es una inversión que no se queda en los despachos ni en los boletines oficiales, sino que se percibe en los centros de salud, en las aulas, en los campos, en las estaciones, en los juzgados, en cada rincón donde el Estado debe estar.

La delegada ha subrayado que estas cifras no responden a una coyuntura puntual, sino a una tendencia sostenida en el tiempo, que se ha acelerado con el despliegue del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Castilla-La Mancha ha sido una de las grandes beneficiadas por este instrumento europeo, canalizado por el Gobierno de España con un alcance transversal que va desde el empleo joven hasta la investigación universitaria, pasando por las infraestructuras estratégicas, la transición ecológica o la lucha contra la violencia de género.

Mejora palpable de las condiciones de vida

Todo ello se traduce en una mejora palpable de las condiciones de vida de miles de castellanomanchegos. El aumento de las pensiones, la subida del salario mínimo, la creación de empleo estable o el refuerzo de los servicios públicos son las consecuencias directas de una política económica que ha antepuesto los derechos y necesidades de la gente a los recortes y la austeridad que caracterizaron la etapa del PP. Milagros Tolón ha incidido en este contraste para poner en evidencia cómo las decisiones tomadas desde el Consejo de Ministros afectan al día a día de los ciudadanos, y cómo la gestión de Pedro Sánchez ha sabido responder a los desafíos económicos y sociales con responsabilidad, justicia y ambición.

La región vive un momento de expansión que no es casual, sino fruto de un compromiso institucional que ha sabido traducirse en hechos. Y aunque las cifras impresionan, lo verdaderamente relevante es el impacto que tienen sobre el territorio. Municipios que recuperan infraestructuras básicas, jóvenes que pueden estudiar gracias a becas reforzadas, agricultores que reciben ayudas directas, empresas que acceden a incentivos, trabajadores que conservan su empleo o lo mejoran, y familias que cuentan con una red de protección que antes les fue negada.

Frente a ello, el Partido Popular ha quedado atrapado en una narrativa de confrontación que ignora los avances reales de la región. La delegada del Gobierno no ha necesitado citar directamente al PP para evidenciar que, bajo su gestión, Castilla-La Mancha recibió menos recursos, menos oportunidades y menos atención