Desde todos los sectores de las administraciones públicas y organismos sanitarios se insiste desde hace meses en la necesidad de cumplir con las medidas de seguridad relacionadas con la actual situación de pandemia.

Un sector parece que no cumple con dichas normas. Lo denuncia la asociación Libera!. Esta entidad animalista ha hecho públicos vídeos e imágenes después de “una sencilla monitorización en redes sociales a decenas de 'cuadrillas' de caza”. En ellos puede observarse el “incumplimiento sistemático”, según describen, de las medidas impuestas por la Xunta de Galicia relativas a la distancia social, el uso de mascarilla higiénica o “evitar reuniones de más de diez personas en establecimientos hosteleros”

La citada organización animalista llega a calificar al colectivo de cazadores entre los “más incumplidores” de las normas establecidas el Ejecutivo que preside Alberto Núñez Feijóo. Además, a pesar de ello, los denunciantes también señalan que los cazadores son “los menos sancionados de toda la población ya que la falta de medios técnicos y humanos juega a su favor”.

Uno de los documentos gráficos más llamativos que acompañan las responsables de Libera! es un bautismo de caza. Se trata de un vídeo colgado en Facebook en el un cazador “restriega la sangre y entrañas de un jabalí abatido a otro por la cara, que está inmovilizado por dos compañeros más, todos sin mascarilla y sin la más mínima distancia interpersonal, sin olvidar posibles transmisiones de enfermedades desde el cadáver animal”.


A juicio de la entidad animalista, el vídeo pone de manifiesto “el peligroso desprecio por las obligaciones” fijadas por autoridades como la Consellería de Sanidade. Además, en otros casos detectados también en plataformas sociales, “aparecen cazadores bebiendo alcohol en grupos de hasta quince personas en bares, lo que también vulneraría la normativa vigente”.


En un comunicado, Libera cuestiona la labor sancionadora de la Xunta de Galicia y se pregunta qué pasaría si un grupo de jóvenes “en alguna ciudad como A Coruña u Ourense realizaran un botellón en espacios abiertos”. La propia organización responde diciendo que las consecuencias serían muy distintas a las que “sufren estos cazadores que incumplen las más básicas actuaciones de prevención”, puesto que “en ningún caso” tienen constancia de “denuncias administrativas” contra este colectivo “por vulnerar las sucesivas órdenes” de la administración autonómica gallega.