Ismael Fernández es un joven periodista de 38 años pero ya veterano y experto en comunicación, nuevas tecnologías y redes sociales y que hunde sus raíces en esa parte de la España vaciada de la que él siempre ha hecho gala de pertenecer. Ismael nació en y se crió en El Borge, un pequeño y bellísimo pueblo de la Axarquía malagueña que no llega a los mil habitantes. Localidad que muchos ahora, durante el drama pandémico, ha alcanzado cotas de popularidad por el bello gesto de las “costureras de El Borge” y su solidaridad generosa.

A pesar de que Ismael ya tiene un largo recorrido como jefe de prensa, hasta hace pocos meses, del Ayuntamiento de Torremolinos. Aunque ha sido community manager y técnico de prensa del Festival de Cine de Málaga o haber trabajado en El Economista o en  ELPAÍS.COM, siempre guarda en su corazón sus orígenes humildes y sobre todo muestra su orgullo identitario de haber nacido, correteado de niño y crecido de adolescente en las empinadas y sinuosas calles blancas con reminiscencias árabes de su pueblo. Siempre tiene a gala esos orígenes y se siente orgulloso de su gente y  familia  axárquica y también, obviamente en plano diferente de amor, a su burra de cinco años, Baldomera

Ismael comenta a ElPlural.com que “la lección que todos deberíamos a prender de esa pandemia es que ha quedado más que demostrado que a partir de ahora hay que poner el foco en nuestro modo de vida y recuperar valores de lo rural como convivir en comunidad. Fomentar la solidaridad y la idea de que es mejor luchar unidos porque, como demuestra la escasa o afección del virus en municipios pequeños, así se gana. Es el camino y debemos aprenderlo. Lo ocurrido es culpa de todos y, por  tanto, debemos iniciar el cambio por nosotros mismos”

Quien así reflexiona nos cuenta como después de un larguísimo confinamiento en un piso del centro de la capital malagueña, decidió este lunes volver a su pueblo. Tenía morriña y la necesidad imperiosa de estos momentos de volver a ver a los suyos y porque esa unión es fundamental se desplazó a El Borge.

Y aquí surgen las imágenes que se han convertido en virales hasta el punto de que el periodista, aunque formado, bregado y experimentado en la presión mediática, hoy no ha sacado tiempo para atender a radio, teles y periódicos nacionales, internacionales desde Antena 3 o Cuatro TV a CNN o medios británicos.

Sucedió que Ismael al llegar a su pueblo fue - ¿cómo no? - al reencuentro con su querida acémila Baldomera a la que llevaba sin ver según nos comenta “dos meses y una semana”. El momento es tan emotivo, tan de poner los pelos de punta que se oye a un joven emocionado que al final no puede aguantar las lágrimas y llora de forma liberadora y alegre. Pero intuimos que sin los tonos onomatopéyicos del animal pudieran ser descifrados, se traducirían en el mismo sentimiento que la llegada de su amigo le produjo al mismo Ismael. Parece como si el rebuzno​ de Baldomera fuera un ¡Yupiiiii es Ismael, mi compidueño ha llegado!  o que su roznido culminase también tras las risas de satisfacción en lágrimas emotivas de alegría. Las mismas lágrimas que Ismael Fernández dejó caer al suelo de una tierra axárquica lindísima en esta primavera.​

Pero mejor pasen y vean. Vean el vídeo y seguro que también unas lagrimitas de quien ama a los animales y a las personas con sensibilidad aflorarán.