Fuengirola es uno de los mayores feudos y bastiones del PP en Andalucía. Una de los pocos municipios de gran dimensión donde gobiernan con mayoría absoluta por distintas circunstancias desde el poderío mediático que los populares ejercen hasta aspectos que determinan la creación de un régimen bajo control desde hace aproximadamente 30 años.

Un fortín del PP desde hace 30 años

Esperanza Oña, la actual vicepresidenta del Parlamento andaluz gobernó casi ininterrumpidamente la ciudad costasoleña desde 1991. Solo con un lapsus de tres años (de 1993 a 1995) por una moción de censura, la derecha ha gobernado y sigue gobernado este fortín conservador.

En 2014, y por ser incompatible la alcaldía con el cargo de parlamentaria andaluza, deja a regañadientes el bastón municipal y da paso de manera cooptada a su “heredera ideológica”, Ana Mula. Esta, posteriormente, gana las últimas elecciones con una justa mayoría absoluta.

Su estilo heredado se ha puesto de manifiesto en varias decisiones como una segunda “Dama de Hierro” fuengirolense pero en esta ocasión podría haber cruzado los límites de una decisión netamente antisocial.

Jubilados andaluces dialogan con la socialista Carmen Segura

El Ayuntamiento ha dejado sin lugar de esparcimiento, encuentro y ocio, e incluso donde comer, a 1.500 personas mayores de la localidad. En concreto ha cerrado dos grandes Centros de Mayores. Como consecuencia de ello “ha dejado a 1.500 jubilados en la calle” según ha denunciado el parlamentario socialista de Málaga, Miguel Ángel Heredia. Algo que han corroborado varios mayores usuarios de los dos centros.

Tras llegar a oídos de Heredia esta situación, el senador socialista ha visitado el lugar y ha contactado con los afectados. El senador por Málaga, visiblemente molesto y enojado, ha declarado a ElPlural.com y luego insertado en redes sociales que el Ayuntamiento de Fuengirola “ha dejado a la ciudad sin comedores para mayores y jugando al dominó en la calle”.

¿Futura privatización de los dos centros de mayores?

Se da la circunstancia de que los mayores de los centros pidieron cita hace semanas al Ayuntamiento pero este aún no le ha dado respuesta, algo muy grave tratándose de este asunto tan problemático. Los mayores se temen que el Ayuntamiento se esté moviendo por criterios meramente economicistas y no de servicio público y al no ser rentables los Centros de Mayores y tener un coste que el equipo de Gobierno no quiere asumir, se esté ante la amenaza inmediata de una privatización de los dos centros.

El Ayuntamiento convocó un concurso para la gestión de los centros pero dejó desierta la adjudicación. Lejos de haber prorrogado provisionalmente la gestión o haber implementado una solución temporal de urgencia, han cerrados los dos centros del que se benefician 1.500 mayores. Sin comedor y jugando al dominó y a las cartas en la calle ¡en otoño!