La cita es el jueves 11 de junio a las seis de la tarde. Es la fecha fijada para la celebración del Pleno del Parlamento de Andalucía donde la socialista Susana Díaz será por fin investida presidenta, cuando ya habrán pasado 80 días desde las elecciones autonómicas que la presidenta socialista adelantó tras romper el Gobierno de coalición con Izquierda Unida. Tras el encuentro de este mediodía entre Susana Díaz y Juan Marín, formalmente todavía no estaba cerrado el acuerdo, pero materialmente sí lo estaba. El PSOE y Ciudadanos estaban de acuerdo en lo sustancial: el primero firmaría el pacto anticorrupción que propone Ciudadanos, así como otros compromisos de impulso económico y social, y este daría su voto afirmativo a la investidura de Susana Díaz, tal como auguraba este periódico en su edición del pasado día 5. Ambos partidos han firmado este martes en el Parlamento los tres documentos que la formación liderada por Albert Rivera a nivel nacional había planteado como condición para desbloquear la investidura de Susana Díaz como presidenta de la Junta. UNA FIRMA SOLEMNE La firma, que ha tenido lugar pasadas las 17,00 horas en la sala de la Mesa del Parlamento, ha sido llevada a cabo por el secretario general del PSOE-A, Juan Cornejo, y el coordinador territorial de Ciudadanos en Andalucía, Manuel Buzón. Los dos partidos han querido darle al acto, además de publicidad, un cierto empaque institucional. Por eso, también han estado sentados en la mesa los portavoces parlamentarios del PSOE-A y de C's, Mario Jiménez e Irene Rivera, respectivamente, y por eso Juan Cornejo ha llegado acompañado a la firma por el vicepresidente de la Junta y consejero de la Presidencia, Manuel Jiménez Barrios. Los tres documentos, referentes a transparencia y regeneración democrática; políticas sociales; y economía y empleo, contienen un total de 72 medidas. Tras la firma, la portavoz de Ciudadanos en el Parlamento, Irene Rivera, ha subrayado "que esto no supone ningún acuerdo de gobierno", y que su formación ejercerá una "oposición fiscalizadora e implacable desde el primer día para cumplir la voluntad de cambio expresada por los andaluces. Es Susana Díaz la que vota sí a las propuestas de Ciudadanos". Por su parte, el portavoz socialista Juan Cornejo ha elogiado la ambición del pacto sobre regeneración democrático suscrito por ambos grupos, así como la apuesta de ambas formaciones por el impulso al empleo de calidad, los servicios públicos en educación y sanidad, el emprendimiento o la formación profesional. UN ESCOLLO SALVADO El último escollo para alcanzar el acuerdo política era la exigencia de Ciudadanos de que Díaz se comprometiera por escrito a pedirle a Manuel Chaves su escaño de diputado si el Supremo confirmaba su imputación en el caso de los ERE. Ambos partidos han salvado el escollo de esta forma: Díaz le ha pedido a Marín –y este ha aceptado su petición– que espere a la decisión del juez instructor del Supremo sobre Chaves; si ratifica la imputación provisional, la presidenta andaluza se ha comprometido, como ha dicho en numerosas ocasiones, a exigirle el acta de diputado; y si el Supremo no prosigue la investigación sobre el expresidente socialista, miel sobre hojuelas para todos. La exigencia inicial de Ciudadanos de que ese compromiso de Díaz estuviera formalizado por escrito se ha quedado en el camino. EL ENFADO DE RODRÍGUEZ Mientras tanto, las conversaciones con Podemos han acabado en un rotundo fracaso que hoy ha hecho visible su líder Teresa Rodríguez al declarar haberse sentido "estupefacta" ante la actitud de la presidenta en funciones en la reunión mantenida por ambas este martes por la mañana. Rodríguez admitió que el encuentro no había sido nada cordial y dijo no entender que Díaz hubiera tachado sus posiciones de "dogmáticas". Para la líder de Podemos, el PSOE ha dado "un portazo en las negociaciones, como si a mitad de partido alguien decide que ya no seguimos jugando". Rodríguez trasladó incluso su convicción de que solo hoy el PSOE les había dicho la verdad: que en realidad nunca quisieron pactar con ellos. Mientras tanto, la versión socialista es prácticamente la misma que la de Podemos pero justo al revés: piensan que la formación morada nunca quiso realmente llegar a acuerdos con el PSOE y por eso no se habrían movido de sus posiciones desde el principio. Sea como fuere, el proceso negociador ha dejado profundas heridas en la relación personal y política de Susana Díaz y Teresa Rodríguez. Restañarlas no va a ser fácil.