Comparada con Madrid, Andalucía es el paraíso. El paraíso político y el paraíso epidemiológico. No todavía el paraíso fiscal, que ahí Isabel Díaz Ayuso es una crack, aunque el Gobierno andaluz está en ello.

La sesión de control de ayer al presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, evidenció que es posible debatir políticamente con educación y sin deslegitimar al contrario, como se viene viendo en Madrid. El de ayer en Parlamento andaluz fue un debate normal, es decir, un debate donde la oposición preguntó lo que quiso y el presidente contestó… lo que le dio la gana.

Tú pregunta, pregunta...

Moreno Bonilla volvió, en efecto, a no contestar a las preguntas más directas y embarazosas de Inmaculada Nieto, por Adelante, y Susana Díaz, por el PSOE, aunque sí les recordó a ambas que si la Junta de Andalucía no había reforzado la Atención Primaria tanto como las izquierdas le reclaman, la culpa no es suya sino del Gobierno de España, que se muestra con la comunidad no solo “indolente”, que no es poco, sino nada menos que “inerte”, que es un reproche poco usual en política y que por un momento pareció reanimar algo la penuria de adjetivos que padece la Cámara.

Tanto el PSOE como Adelante se llevaron lo suyo en este Pleno que se desarrolló durante la jornada de ayer jueves. Las sesiones de control al Gobierno acaban teniendo mucho de sesiones de censura a la oposición.

El último ejemplo de ello lo protagonizó el diputado de Cs Fran Carrillo, en teoría ubicado en el centro político, pero sospechoso de simpatizar con el ‘extremo centro’, lo que explicaría por qué llamó “felones” al presidente Pedro Sánchez y al vicepresidente Pablo Iglesias, por qué dijo que en la izquierda abundan los “cenutrios políticos” y por qué, en fin, definió el bando donde se encuadran Díaz y Nieto como “un sistema de prejuicios que combina odio, rencor e ignorancia”.

Test y rastreadores

La diputada socialista y expresidenta quiso saber cuántos de los casi 8.500 rastreadores que dice tener el Gobierno autonómico trabajan realmente a jornada completa en Andalucía. No era una pregunta difícil, pero Moreno no la contestó.

Susana Díaz también recabó del presidente una explicación de por qué la cifra de test PCR en la comunidad está en cerca de la mitad de la media española: 123,57 por cada 100.000 habitantes en Andalucía y 214,78 en España.

Moreno hizo como que contestó, pero no lo hizo. Se limitó a afirmar con astucia que en Andalucía ya se han hecho 1,8 millones de test y que tenemos “más rastreadores que en la Comunidad Valenciana”.

El presidente jugaba con ventaja en sus respuestas, pues olvidó mencionar el detalle demográfico de que Valencia tiene tres millones y medio menos de habitantes que Andalucía, cuyos 8,5 millones de almas le garantizan las primeras posiciones en términos absolutos, aunque no en tasas, promedios o porcentajes.

Y la Atencion Primaria, qué

Tampoco tuvo suerte la portavoz de Adelante Inmaculada Nieto, quien en un tono, como diría Antonio Maíllo, “suavón”, urgió al presidente a reforzar una Atención Primaria al borde del “colapso” y que está desatendiendo a pacientes con patologías distintas del coronavirus. También Díaz había interpelado a Moreno por lo mismo. Y con igual suerte.

En su primera respuesta, Moreno volvió a tirar de manual y repitió el mantra que el portavoz Elías Bendodo lleva meses aireando: la Junta está actuando con “tres criterios: anticiparnos, basar las decisiones en criterios técnicos y científicos y máxima transparencia en la información que proporcionamos”.

La respuesta no convenció a Nieto, que en un segundo intento quiso saber en base a qué “criterio técnico” se están haciendo “contratos de 20 días a sanitarios” o se están negando los test a “todo el personal de ayuda a domicilio”.

La culpa es de Sánchez

Moreno no despejó las dudas Nieto, pero sí le dijo que menos criticar a Andalucía y más “alzar la voz” contra el “inerte e indolente” Gobierno de España, que “no nos dota de recursos en función de nuestra población y de nuestras necesidades".

Andalucía no es Madrid. Por fortuna, en España solo Madrid está siendo Madrid. Tiene derecho Moreno a que se le reconozca estar haciendo una gestión no óptima pero sí "razonable”, aunque seguramente nunca sabremos por qué las cifras andaluzas de contagio siempre fueron menores que en el resto de España antes incluso de que la Junta comenzara a “anticiparse”… no se sabe muy bien en qué.

Pero Nieto y Díaz también tienen derecho a que se les conteste a aquello que preguntan, pues de otra forma el Reglamento de la Cámara debería ir pensando en sustituir el nombre de las ‘sesiones de control’ por cualquier otro más acorde con lo que sucede en el hemiciclo: sesiones de censura a la oposición, sesiones de jabón al presidente, sesiones de autobombo gubernamental, sesiones de azote a la izquierda de Andalucía, España y la Humanidad...