El Ministerio de Sanidad ha hecho por fin públicos los informes técnicos en los que se basó para acordar la desescalada del confinamiento por el coronavirus en los distintos territorios. De su lectura se desprende el escaso fundamento de las acusaciones del Gobierno andaluz de que Málaga y Granada no habían pasado de la Fase Cero a la Fase 1 por “razones políticas”.

El Ministerio de Sanidad justificó su decisión de mantener a ambas provincias al menos una semana más que el resto de las andaluzas en la Fase Cero por la "elevada tasa de incidencia del virus en los últimos 14 días en los tres distritos sanitarios” para los que la propia Junta de Andalucía había solicitado restricciones en el cambio de fase, y porque no se podía "garantizar el control de la movilidad entre ellos".

El informe técnico del Ministerio, con fecha 8 de mayo, parece tirar por tierra los reiterados reproches de la Junta de que no había criterios epidemiológicos o de movilidad en la decisión de Sanidad.

En el mismo, informa Europa Press, la directora general de Salud Pública, Calidad e Innovación del Ministerio de Sanidad, Pilar Aparicio, sostenía que la situación epidemiológica de Andalucía había "mejorado" y marcaba "una tendencia favorable en el control de la transmisión del virus", pero la tasa de incidencia de los tres referidos distritos de Granada y Málaga era "elevada en los últimos 14 días", y se entendía "recomendable continuar haciendo seguimiento y reevaluar en la próxima semana".

Los datos

En concreto, el distrito sanitario Granada presentaba una tasa de incidencia en los últimos 14 días de 40,1 por 100.000 habitantes, con 96 casos diagnosticados por fecha de notificación, mientras que la del Metropolitano de Granada en el mismo lapso temporal era de 19,4 por 100.000 habitantes, con 83 casos notificados por fecha de notificación.

Por su parte, el distrito sanitario de Málaga presentaba una tasa de incidencia en los últimos 14 días de 15,1 por 100.000 habitantes, con 95 casos diagnosticados por fecha de notificación.

El Ministerio de Sanidad argumentó entonces que la situación epidemiológica difería entre provincias, "y sobre todo entre los distritos sanitarios en Málaga y Granada" para los que se habían pedido "restricciones" y para los que no.

Entendía Sanidad que, "puesto que la mayoría de los distritos colindan con los que presentan una incidencia más elevada y que no se puede garantizar el control de la movilidad entre ellos", era "necesario aplicar el criterio de precaución en estas dos provincias y que se mantengan bajo seguimiento estrecho durante una semana más".

Mejora notable

Ya una semana después, el viernes, 15 de mayo, la misma directora general de Salud Pública, Calidad e Innovación del Ministerio de Sanidad defendió en otro informe el pase a la Fase 1, desde el lunes 18 de mayo, de las provincias de Málaga y Granada al constatar que la situación epidemiológica había "mejorado notablemente desde el envío del último informe" y marcaba "una tendencia favorable en el control de la transmisión del virus en las dos provincias".

Así, en la provincia de Granada, desde el anterior informe la incidencia acumulada en los últimos 14 días había pasado de 21,1 a 7,8 por 100.000 habitantes, y en los últimos siete días era de 2,3 por 100.000 habitantes con 21 casos diagnosticados.

En el caso de Málaga, la incidencia acumulada en los últimos 14 días había pasado de 7,2 a 3,8 por 100.000 habitantes, y en los últimos siete días era de 1,5 por 100.000 habitantes, con 26 casos diagnosticados.

Estos datos, unidos a otros como la bajada de la "presión" por Covid-19 a nivel hospitalario en ambas provincias, o los porcentajes de ocupación de camas de "agudos" y "críticos", aparecen recogidos en el informe por el que el Ministerio de Sanidad autorizó el pase a la Fase 1 de las provincias de Málaga y Granada desde el lunes 18 de mayo.