El Pleno del Parlamento andaluz había arrancado con normalidad. Primero hubo un minuto de silencio en recuerdo del que fuera letrado de la Cámara hasta su jubilación Plácido Fernández-Viagas Bartolomé, fallecido el pasado 17 de julio a los 69 años de edad, y a continuación la presidenta, Marta Bosquet, pedía permiso a la Cámara para alterar el orden del día previsto del Pleno y proceder a la votación para la designación de la presidenta del Grupo Socialista, Susana Díaz, como senadora autonómica.

Ya se disponían los diputados, todos ellos sentados, a votar al ser llamados cuando Bosquet se llevó una mano a la boca cubierta por la mascarilla y dio un pequeño grito, a mitad de camino entre la sorpresa y pánico. "¡Una rata!", alertó mientras sus señorías se apresuraban a mirar al suelo no fuera que el maldito roedor andara cerca. En el vídeo se observa a alguno de los diputados con gesto de abanadonar velozmente el escaño.

El susto, sin embargo, no fue a más. A fin de cuentas, la rata era de las normales, no de las otras. Tras unos minutos de alboroto y sin que, pese a los aspavientos de alarma de algunas de sus señorías, fuera preciso llamar a la Policía Nacional ni a la Unidad Militar de Emergencias, el incidente se resolvía de forma satisfactoria, y así se felicitaba de ello la presidenta del Parlamento.

Solo uno de los políticos que ocupan plaza en la Cámara supo mostrarse ingenioso a propósito de la rata parlamentaria. Fue el consejero y portavoz del Gobierno Elías Bendodo, que ironizaba con gracia sobre el animal: "No es la especie más peligrosa que hay en el Parlamento...".

El letrado hoy homenajeado con un minuto de silencio fue autor de varios libros y colaborador habitual en diversos medios de comunicación, además un respetado jurista y una persona "muy querida en todos los ámbitos", según se ha puesto de relieve desde el Parlamento al hilo de su fallecimiento.

Nacido en Tánger en 1952, era también el hijo mayor de Plácido Fernández Viagas, presidente de la Junta de Andalucía durante la etapa preautonómica de 1978 a 1979. Doctor en Ciencias Políticas, Fernández-Viagas Bartolomé fue magistrado del TSJA e ingresó en 1984, por oposición, en el Cuerpo de Letrados del Parlamento de Andalucía, donde desarrolló la mayor parte de su carrera profesional y en el que se jubiló.