Muy lejos de la doctrina de su partido en este tema, el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, descolocaba anoche a a muchos dirigentes del PP andaluz pidiendo "no ser inquisidores" con los expresidentes de la Junta de Andalucía Manuel Chaves y José Antonio Griñán, que ayer comparecían ante el juez del caso de los expedientes de regulación de empleo (ERE) irregulares, porque, ha subrayado, "de momento no son culpables". En una entrevista en Telecinco recogida por Europa Press, Rajoy ha calificado el 'caso ERE' como "verdaderamente lamentable y bochornoso", pero ha admitido no tener "ninguna prueba" de que Chaves y Griñán "hayan cometido un delito". "Eso serán los tribunales los que tengan que decir", ha sentenciado Rajoy. La ecuanimidad mostrada por el presidente del PP no debe ser ajena al acoso judicial al que viene siendo sometido su partido en distintas causas que le han ocasionado una fuerte erosión electoral. Las reflexiones de Rajoy a preguntas del periodista Pedro Piqueras coincidían con el caso de Rita Barberá, a quien dirigentes del PP están presionando para que dimita como senadora por su presunta implicación en la financiación ilegal del partido en Valencia. "Simplemente decir que, como yo siempre he dicho, el señor Cháves y Griñán de momento no son culpables y todos los ciudadanos tienen su presunción de inocencia", ha respondido Rajoy tras ser preguntado por la comparecencia de los dos presidentes socialistas ante el juez. Después, Rajoy ha admitido que la corrupción "es un problema que preocupa y mucho a la gente y con toda la razón de el mundo", y ha asegurado que "los políticos tenemos la obligación de intentar dar una solución". El presidente también ha reconocido que su mayor anhelo es poder "acabar con esta lacra", ha zanjado.