Tras reunirse en distintas asambleas las empresas de la Federación Andaluza de Salas de Fiesta y Discotecas, sus representantes de las ocho provincias consideran que los últimos recortes decretados por la Junta de Andalucía, en especial el que afecta al horario de cierre, unido a la prohibición de su actividad principal, el baile -incluso en las mesas de los clientes- así como a la reducción de aforo al 40 por ciento, “hacen completamente inviables nuestros negocios, tanto desde el punto de vista comercial y económico como conceptual, ya que la actividad principal de una discoteca es el baile, aunque sea en zonas restringidas por las propias mesas impuestas”.

Creen los empresarios del ocio nocturno andaluz que no existe ningún dato técnico que justifique que “el virus sea más peligroso de 4:30 a 7:00” o que el espacio cerrado de las discotecas sea más peligroso que el de un avión, Ave, Metro o Centro comercial.

Sector vilipendiado

Han calificado determinadas informaciones de los medios como “sesgadas y erróneas” respecto al origen de los rebrotes del COVID-19, centrados de forma, casi absoluta, en su sector, y culpando con ello a los establecimientos de ocio nocturno, sin fundamento legal alguno. La Federación no descarta iniciar las correspondientes acciones que en derecho le asisten parar defender la imagen del sector, “vilipendiado de forma inexplicable, tanto por las administraciones, como por la prensa”.

Entienden que el sector del ocio nocturno es el que, con diferencia, mayor inversión económica está realizando en medidas de prevención y protección frente a la situación sanitaria en la que nos encontramos, medidas que, ni de lejos, se adoptan, por ejemplo, en transportes públicos, dependientes de las administraciones que nos limitan, ni en edificios de oficinas, ni en comunidades de propietarios, ni en edificios institucionales, ni por supuesto en reuniones de tipo familiar o de celebraciones privadas, o semiprivadas en las que la medidas son nulas y que realmente son el foco de los nuevos rebrotes.

“Aliado necesario” contra la pandemia

Además, se autocalifican como un “aliado necesario” de las administraciones para el control de la epidemia, ya que concentrada la gente en establecimientos con controles exhaustivos como los que se han implantado, las posibilidades de contagio son infinitamente inferiores que las existentes en los supuestos anteriormente mencionados en los que el control es mínimo o nulo.

Con este planteamiento previo piensa “que aun así, por parte de las administraciones actuantes, se ha actuado contra este sector, limitando su funcionamiento de forma desproporcionada e inmotivada, en base a medidas no testadas ni probadas, aplicando reducciones de horario, usos, y explotación, que hacen absolutamente inviables las actividades del sector, y con ello el mantenimiento de los numerosísimos puestos de trabajo, que mas en esta época estival, se generan”.

Agravio comparativo con bares y pubs

Censuran que se les haya reducido el horario de funcionamiento, haciendo coincidir el cierre, prácticamente con el horario de cierre de los “pubs” ahora llamados establecimientos especiales de hostelería con música, lo que supone que los locales de ocio nocturno queden con menos de una hora de facturación… lo cual, sin duda, hace inviable ya no solo su funcionamiento, sino su existencia. Si comparamos con los establecimientos de hostelería, a estos no se les ha limitado el horario de cierre, se les permite el consumo en barras y en gran manera, con ello, su normal funcionamiento.

Instan a la Junta a que decrete el cierre de los establecimientos

Y es en esta parte de su queja donde plantean un auténtico órdago a Moreno Bonilla y a la Junta de Andalucía al instar a estos a que decreten el cierre obligatorio de sus establecimientos: “Ante la imposibilidad impuesta por la administración a nuestro sector, de llevar a cabo un funcionamiento normal de la actividad, (con limitaciones lógicas), y en igualdad de condiciones con el resto de la hostelería, instamos a la Junta de Andalucía, para que, a la vista que supuestamente somos el foco de todos los nuevos contagios, (en datos reales no más del 6,2% pueden atribuirse al ocio nocturno), decrete el cierre obligatorio de los establecimientos de ocio nocturno, permitiendo con ello a este sector no entrar en bancarrota, y poder acceder, en su caso, a subvenciones, ayudas o demás actuaciones que por cese de actividad pudieran aplicarse, así como la negociación de los alquileres de nuestros locales, medidas estas a la que en la situación actual de “cierre ficticio administrativo” por las limitaciones impuestas, resulta imposibles de acceder.