El exsecretario de Estado y actual viceconsejero de Presidencia de la Junta de Andalucía, Tomás Burgos, recibe 1.469 euros al mes para pagar el alquiler, dentro de las indemnizaciones que la Administración andaluza distribuye para que los altos cargos que no residen cerca del puesto que ocupan puedan pagarse el alquiler de una vivienda, o alojarse temporalmente en cualquier habitación de hotel, con un máximo de 1.900 euros al mes.
El pasado 31 de julio, en plena oleada de vislumbramientos de currículums falseados por dirigentes del PP, se descubrió que este cargo de confianza del recién nombrado consejero de Sanidad, Antonio Sanz, había falseado su propia hoja académica -al igual que hizo Moreno Bonilla- en la que afirmaba ser médico, cuando se ha demostrado rotundamente falso.
Tal y como adelantó ElPlural.com, el Gobierno de Moreno Bonilla destinó en el segundo trimestre del año (abril, mayo y junio) un total de 406.915,7 euros para pagar la vivienda y alojamiento de 99 altos cargos de la Administración autonómica, lo que supone 135.638 euros al mes. Respecto a los últimos datos que pueden obtenerse de este gasto en el Gobierno de Susana Díaz, en los últimos datos de 2018 se destinaron 59.000 euros al mes, lo que supondría unos 177.000 euros aproximadamente en un trimestre y, por tanto, un aumento del Gobierno del PP del 44% en este gasto. De este casi medio millón de euros, el falso médico del Ejecutivo de Moreno percibió 1.469,42 euros al mes.
Ahora, Burgos vuelve a estar en el centro de la diana tras haberse concatenado una serie de hechos que ha propiciado que el Gobierno de Moreno Bonilla deba tomar cartas en el asunto. Tras la crisis del cribado de cáncer de mama en Andalucía, que azota al Gobierno andaluz por su negligente gestión y por sus constantes negativas respecto a sus responsabilidades, culpando mientras tanto a las afectadas, Sanz ha asumido las competencias de sanidad.
Por tanto, el hombre fuerte de Moreno Bonilla se convierte en consejero de Presidencia, Emergencias y Sanidad. Con esta nueva reordenación orgnánica, ocurren dos cuestiones: actualmente, si consultamos la página de la Junta de Andalucía, se puede comprobar que el cargo en la viceconsejería de Sanidad está vacante, mientras, segunda cuestión, que Tomás Burgos continúa como viceconsejero de Presidencia.
La pregunta es sencilla: ¿Asumirá Tomás Burgos las competencias sanitarias, al igual que ha hecho su 'jefe' de Presidencia, Antonio Sanz? La realidad es que por el momento es una incógnita que el propio Partido Popular, por el momento, no ha podido responder.
En la rueda de prensa previa a la celebración del debate sobre el estado general de la sanidad pública andaluza, el portavoz parlamentario del PP, Toni Martín, fue preguntado por esta cuestión. El parlamentario popular, no obstante, fue escueto: "Eso lo tendrá que aclarar el consejero, pero entiendo que seguirá en Presidencia. Son cuestiones del propio consejero y su equipo".
Tomás Burgos, un falso médico en las filas de Moreno Bonilla
El viceconsejero de Presidencia, Interior, Diálogo social y Simplificación administrativa del Ejecutivo de Moreno Bonilla trascendió el pasado mes de julio que se inventó en su perfil profesional que era médico. Burgos previamente ocupó la Secretaría General de Presidencia de la Junta y, en el pasado, fue diputado en el Congreso y exsecretario de Estado de Seguridad Social con el Gobierno de Mariano Rajoy.
Pese a esta extensa trayectoria profesional y de claro calado político, Burgos falseó su currículum atribuyéndose un título de “médico y experto en gestión sanitaria” que no tenía. Según reza en la web oficial de la Junta, su biografía profesional es: “Nacido en Valladolid, ostentó durante la pasada legislatura la Secretaría General de la Presidencia. Cursó estudios de Medicina y Cirugía en la Universidad de Valladolid, que completó como Diplomado en Dirección de Instituciones Sanitarias y en Gestión Sanitaria IESE (Universidad de Navarra) y en Gestión Sanitaria por ESADE (Escuela Superior de Administración de Empresas)".
Sin quedarse en este punto, allá por 2012 protagonizó un episodio que también trascendió en su expediente académico al haber mentido incluso al Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España. Burgos llegó a cursar la carrera de Medicina, pero nunca llegó a terminarla y, por ende, no se licenció y no podía ostentar el título del que presumía en su historial académico.
Hay que retroceder hasta diciembre de 2011, el diario digital Médicos y Pacientes, dependiente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, lo incluyó en una lista de “18 médicos en la nueva Cámara Baja”, identificándolo como “licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Valladolid”.
Ahora, con su papel aún más reforzado en la estructura orgánica de la Junta de Moreno Bonilla como mano derecha de Sanz y la entrada de este último en la dirección de las competencias autonómicas en Sanidad, cabe esperar qué funciones desempeñará en este ámbito o si el Gobierno andaluz ofrecerá más explicaciones en detalle al respecto.
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